Si piensas que ir de shopping por ropa interior es lo más fácil del mundo, ¡piensa de nuevo! Existen pequeños errores que cometemos las mujeres al comprar panties que no sólo afean nuestro look, ¡también pueden darnos horribles enfermedades! Ya verás de lo que hablo…
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Amiga, cuando compras ropa interior no se trata de escoger lo que está de moda o lo más barato. De hecho, me atrevo a decir que la mayoría no sabe cómo hacerlo, llevándose a casa panties que para nada favorecen su figura. Lo peor es que sí no tomas tus precauciones, las pantaletas erróneas pueden irritarte y hasta transmitirte terribles virus. Para que abras el ojo, acá te muestro los "inofensivos" errores que te ponen en riesgo… ¡Evítalos por completo!
No fijarse en el material. Recuerda que el tipo de tela no siempre tiene que ver con la calidad ni tampoco con el precio. Pero si compras panties sintéticas, es muy probable que termines irritando la vagina y causando infecciones, sobre todo si sufres de flujo abundante. Prefiere aquellos de seda o de algodón que permiten que la piel respire por horas y horas.
Comprar una talla muy pequeña. Acéptalo, una talla más pequeña no te hará perder libras mágicamente. Cuando utilizas panties que te estrujan por aquí y por allá, se marcará en tu ropa así te pongas el pantalón más holgado. Además, podrías cortar la circulación dejándote moretones no muy lindos.
Comprar una talla muy grande. La idea es estar cómoda, pero no sentirte como abuelita, ¿no crees? Escoger panties grandes te hará lucir voluminosa en cualquier vestido o pantalón sin mencionar que la tela se enrolla y se hace visible a la vista de todos.
No lavar la ropa interior. ¡Terrible! ¡Terribilísimo! Muchos ginecólogos afirman que un tercio de las enfermedades vaginales aparecen por no lavar sus compras. Lo asqueroso del cuento, decenas de vendedoras han llegado a encontrar vellos, sangre del período, orina y flujo en mercancía devuelta. ¡Uy! Yo que tú dejaba las panties remojando en cloro por días y días…
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