Limpiador casero que hará magia con los vidrios y cristales

No hay nada más frustrante a la hora de la limpieza en el hogar que no poder sacarle las manchas a los espejos y los cristales. No importa cuánto frotes, cuánto limpiador apliques. O las manchas se hacen más grandes o la pelusa se pega de esquina a esquina y no hay poder en este planeta que te ayude a dejarlos perfectos. Ya encontré la forma mágica para aliviar éste dolor de cabeza y los pasos para limpiar los espejos y los cristales son súper sencillos.

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Las manchas, los rayones, las pelusas en los cristales y espejos me hacen los mandados. Te doy las opciones que a mí me han funcionado, olvídate de los productos comerciales, son los remedios caseros los que aliviaran este problemita en el hogar.

Para empezar necesitas utilizar la herramienta precisa para frotar tu mezcla y no es precisamente cualquier paño, la opción ideal es una esponja y un periódico.

Aquí te van los pasos para limpiar los espejos:

  • Primero tienes que mezclar vinagre con agua. Pon un chorrito de vinagre en una botella atomizadora y llenala de agua, revuelve y listo.
  • Rocía la mezcla generosamene en el espejo y frota muy bien con la esponja.
  • Con un paño de algodón limpia el exceso de manera circular, también puedes utilizar un limpia cristales con goma, esos son buenísimos para quitar el exceso de agua.
  • Una vez seca la superficie, utiliza un papel periódico hecho bola no solamente para borrar cualquier tipo de mancha. Verás el brillo que le sacará a tu espejo.

Te recomiendo usar guantes de latex para que el periódico al mojarse no te manche las manos y no quedes oliendo a vinagre.

Para limpiar los cristales:

  • Mezcla en una botella atomizadora un poco de tu limpiador comercial de cabecera y el resto con vinagre blanco y un chorrito de jugo de limón.
  • Rocía en las ventanas, y en este caso, primero frota con papel periódico toda la superficie hasta que quede casi seca, y después, pasa el paño de algodón para finalizar.

Para la puertas de cristal de la regadera, a mí el windex y un paño me sirven de maravilla. Por dentro utilizo agua caliente con una esponja y retiro el excedente de agua con un limpiador de cristales con goma. Si hay alguna mancha que se resiste, rocío un poco de vinagre puro y ¡listo!

Imagen vía Corbis Images