Lo primero que quiero decir es que me aventuré a hacer esta agua de chía gracias a una amiga nicaragüense quien, aunque ya hasta tiene un hijo sirviendo en el Ejército y una hija en la universidad, tiene el cutis de una mujer de 25 años y una figura envidiable. Cuando le comenté que estaba experimentado con semillas de chía me dijo algo que lo cambió todo.
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Mi amiga me contó que de niña su mamá le preparaba agua fresca de chía con limón y que por entonces la endulzaban con azúcar pero que ahora ella le ponía miel (néctar) de agave porque obviamente es más saludable. Después de tomarme esta agua de chía regularmente, doy fe de que es lo mejor que se ha inventado para controlar el apetito. Sigue leyendo para que veas a lo que me refiero.
La chía absorbe 10 veces su peso en agua y produce una especie de gel que cuando lo consumes te da sensación de saciedad, por lo que automáticamente comes menos: te sientes llena y no te provoca estar picando a cada rato, es decir que es perfecta para cuando queremos perder peso y reducir talla.
Pero como además la chía es rica en fibra soluble favorece la función intestinal. Literalmente disuelve y elimina los desechos acumulados en los intestinos, ayudando a los movimientos intestinales y regularizando las idas al baño. Es decir que la chía te ayuda a combatir el estreñimiento y a recuperar tu vientre plano ¿no te parece una maravilla?
Dejemos la teoría a un lado y vayámonos a la práctica. Comparto contigo está milagrosa receta de agua de chía con limón. Me la tomo todas las mañanas mientras escribo y te juro que es el mejor invento para contrarrestar la ansiedad por andar picando aquí y allá. Además me ayuda a retrasar la hora del almuerzo y a reducir porciones porque de verdad me deja muy satisfecha.
Agua de chía
Rinde para 6 vasos
Ingredientes
½ taza de chía
5 tazas de agua
¼ de taza de jugo de limón fresco
6 cucharadas de miel (néctar) de agave
hielo (opcional)
Preparación
1. En un tazón por la chía con 2 tazas de agua y deja reposar por unos 15 minutos hasta que se forme una mezcla gelatinosa.
2. En el vaso de una licuadora, pon la gelatina de chía con el resto del agua, el jugo de limón y la miel de agave. Puedes agregar hielo si lo deseas.
3. Licúa hasta que todo se haya mezclado muy bien.
4. Sirve y disfruta.
Imagen vía Thinkstock