Mamás, se acuerdan de Chantal Gauthier-Vaillancourt, la partera que descubrió que tenía un cáncer muy extraño en su ojo derecho cuando tenía ocho semanas de embarazo. Les cuento que después de haber pasado las verdes y las maduras luchando con la enfermedad mientras salvaba su embarazo, Chantal dio a luz y tanto ella como su bebé están divinamente.
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La historia de Chantal le tocó el corazón a muchas madres alrededor del mundo. Cuando ella tenía ocho semanas de embarazo le diagnosticaron el cáncer y como era tan agresivo, había una probabilidad muy alta de que afectara la placenta. Chantal decidió no tener radiaciones pero a las 28 semanas de embarazo, los cirujanos le extirparon el ojo para evitar que la enfermedad afectara al bebé. La operación fue muy complicada y afortunadamente Chantal salió bien.
Realmente me quito el sombrero ante esta mujer. La valentía de Chantal no tiene comparación. El amor por su bebé fue más fuerte que el dolor físico que ella sentía por el cáncer. ¡Su gallardía es increíble! El martes Chantal dio a luz al pequeño Luka en el centro de salud donde ella trabaja como partera. Sus colegas del Lucina Birth Centre de la ciudad de Edmonton en Canadá están felices con la nueva adición a la familia porque Luka ya tiene muchas madres.
El pequeño está bien y afortunadamente no tiene la enfermedad que afectó a su mamá. Todos los sacrificios físicos y emocionales que Chantal vivió valieron la pena porque ahora tiene a su bebé hermoso y sanito en sus brazos. Historias como esta me llenan de felicidad porque me recuerdan que en la vida todo se puede lograr después de que haya amor y fe. Me imagino que Luka va ser el bebé más querido de la comunidad de Edmonton y su historia inspirará a muchos. Él es el bebé que estaba destinado a vivir y a llenar de alegría a una madre que luchó contra viento y marea para que su hijo naciera sano.
Imagen vía Corbis