El amor incondicional tiene muchas maneras de manifestarse, y esta es una de las más hermosas que jamás haya visto. Cuando Lexie Till, una niña inglesa de 10 años, supo que su médula ósea era compatible con la de su hermanito Drew de tres, habló con sus padres Helen y Andy, para ofrecerse a ser la donante que le pudiera proveer calidad de vida.
Al niño se le descubrió una extraña enfermedad sanguínea que afecta la producción de glóbulos rojos en el organismo y desde los 5 meses de nacido recibía transfusiones mensualmente, así como tratamiento para remover el exceso de hierro del hígado y corazón ¡Pobre criatura!
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Su única esperanza era un transplante y el pasado 27 de junio se llevó a cabo, cuando ambos hermanos ingresaron al quirófano para intercambiar vida y salud. ¡Qué preciosidad! Sus padres están muy orgullosos.
El suplicio de este bebito parecía no tener fin, desde que los médicos se dieron cuenta que padecía una rara condición llamada eritroblastopenia congénita de Blackfan-Diamond (DBA, por sus siglas en inglés). Una enfermedad que solamente presentan 700 personas en todo el planeta, y por mala fortuna le tocó al chiquito de esta familia.
Como sabemos, buscar un donate de médula es muy complicado y mucho más porque tiene que ser totalmente compatible con el paciente. Aunque se hicieron varias pruebas con posibles donantes, nadie era idóneo para hacerlo, excepto la jovencita que adoraba a su hermano al punto de querer darlo todo por él.
La madre de 43 años, admitió estar ansiosa de tener que operar a su niña sana, pero se sintió muy feliz cuando la vio salir de la sala de operaciones y comenzar a recuperarse rápidamente. El pequeño Drew recibió la donación ese mismo día mediante una transfusión, mientras Lexie se encontraba a su lado apoyándolo ¡Qué enternecedor!
Más aún cuando la escuchas hablar de él con tanta devoción. "Drew significa todo para mí, él es muy especial, y yo solo quise ayudarlo a tener una buena vida", afirmó la niña y la verdad es que su corazón generoso parece no tener límites.
Al bebito le tomará aproximadamente un año estabilizarse completamente luego del procedimiento médico, pero lo importante es que los dos ya están en casa, contentos y celebrando junto a sus padres.
"Estamos muy orgullosos de Lexie por ayudar a su pequeño hermano y será una bendición para la familia tener algo de normalidad", dijo la señora Till, quien cuenta con la fortuna de tener a su par de angelitos con salud después de todo.
Imágenes vía Thinkstock, The DailyMail
