El efecto rebote es algo así como un mal recurrente. La peor pesadilla de las mujeres es que después de todo el sacrificio de perder peso, volvamos a ganarlo en cuanto bajemos la guardia en nuestra dieta.
Por desgracia, existen personas más propensas a ganar libritas de más después de adelgazar y hay ciertas conductas que incrementan tu riesgo.
Lee más en ¿Qué más?: Guía práctica para seleccionar las porciones correctas y ¡perder peso!
Las mujeres son más propensas a rebotar después de hacer una dieta si:
- Sufrieron una pérdida de peso muy rápida y muy dramática
- Fueron niñas gorditas antes de los 5 años
- Bajaron el peso debido a una dieta de un sólo alimento
- Bajaron de peso con dietas extremadamente estrictas
- Mujeres con vidas con poca actividad física
¿Cómo evitarlo?
Bueno, para empezar, tienes que enfrentar una dura verdad. Bajar de peso y mantener la figura después de los 30 años tiene sus cimientos no en dietas, sino en cambiar tu estilo de vida por completo y para siempre.
Te guste o no, tu metabolismo es distinto al de una chica de 15 años y nunca será igual.
Después de bajar de peso, debes seguir una dieta de mantenimiento, donde comer de forma equilibrada, sana y balanceada debe ser como ir a la oficina: obligatorio. Si no lo haces y vuelves a comer nachos con queso, pasteles, galletas y todo lo que se te antoja rebotarás de peso y aumentarás inclusive más de lo que adelgazaste.
El ejercicio también es necesario si pretendes mantener una figura sana que te costó meses conseguir. Si no haces ejercicio muy probablemente tendrás rebote.
Por eso, cuando logramos bajar de peso es necesario no descuidar la alimentación o el ejercicio, de lo contrario no sólo ganarás lo que perdiste, sino que incluso más.
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