5 Razones por las que DEBES dejar que tus hijos pasen trabajo

Si hay algo en las que a estas alturas podemos todas coincidir es que la vida no es fácil. Ante esta realidad muchas madres deciden atrasar, lo más posible, ese triste momento en que sus hijos lleguen a la misma conclusión. Los protegen, les hacen todo y hasta les mienten "para que no sufran". Yo creo que es un error. Siento que nuestra función como mamás es prepararlos para cuándo no estemos con ellos. Postergar lo inevitable, y evitar que a lo largo de su infancia vayan acumulando las herramientas para lidiar con las situaciones difíciles que se van a enfrentar, no los ayuda para nada.

Pero ¿cómo saber si los estás protegiendo demasiado? Hay algunas claves.

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1. Les anuncias una consecuencia por sus actos y no cumples porque "te da cosa". Yo me declaro culpable de este error. En medio de un regaño les anuncio castigos aterradores y luego me arrepiento. Eso, me ha dicho el psicólogo de mi hijo mayor, es malísimo. La lección es que las consecuencias son mutables o que se pueden evadir. La vida no es así. La solución, en mi caso, ha sido ponerles castigos que yo sé que sí les voy a poder aplicar. Mis favoritos son obligarlos a doblar la ropa, limpiar el baño o vaciar todos los basureros de la casa.

2. No los obligas a responsabilizarse de sus cosas. Hasta un niño de 2 años es capaz de recoger sus juguetes. Yo les recogía todo lo que dejaban tirado en el suelo y hasta les ponía la pasta en los cepillos de dientes hasta que me di cuenta de que estaba criando unos inútiles. Ahora ellos hasta me tienen que avisar cuándo se les están acabando los uniformes limpios y son los encargados de doblar y guardar su ropa interior y calcetines. ¡Van a ser excelentes esposos!

3. Te haces la súper mujer. Hasta hace relativamente poco, mis hijos nunca me habían visto llorar. La primera vez que pasó, cuando recibí la noticia de que había muerto mi papá y no conseguí evitarlo, quedaron tan impactados que caí en cuenta de que había cometido un gran error. Ahora están acostumbrados y me siento orgullosa de tener hijos tan compasivos.

4. No los dejas que ayuden en la casa. Muchas madres piensan que es su OBLIGACIÓN cumplir con todas las tareas del hogar, cuando lo cierto es que–incluso si tienen la ayuda de personal de servicio–mantener la casa limpia y ordenada es responsabilidad de todos. Al darles tareas a tus hijos les estás enseñando a trabajar en equipo y les estás dando entrenamiento para cuando vivan solos.

5. Los tratas de pobrecitos. Para mí dejar que mis hijos fuesen obligados a soportar pequeños dolores o ciertos disgustos sin consolarlos era casi que criminal. Con el tiempo he aprendido a dejarlos, con cosas que ellos pueden manejar. Se han hecho más fuertes así y se ha incrementado su autoestima. 

¡Pasar trabajo les ha hecho MUY BIEN a ellos, para mí ha sido difícil, pero sé que los va ayudar cuando sean grandes?

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