El secreto para que tus hijos se porten bien es más simple de lo que te imaginas

¿Deseas que tu hijo se comporte mejor en la mesa, en la escuela y en cualquier lugar a donde vaya? La respuesta es obvia, ¿verdad?, es lo que deseamos todas. Pero el asunto no es sencillo, todo depende de la edad de los chicos, y del carácter que en buena medida ya traen por su carga hereditaria.

Siempre he creído que hablar con ellos, y dedicarles tiempo suficiente para que se sientan amados, es la mejor forma de educarlos. Pero aun hay algo más que se puede hacer…y es a la hora de las comidas.

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Lo que ha encontrado un reciente estudio de la Universidad de Cornell, me parece súper interesante, sigue leyendo, y entérate, porque hará que tus niños estén más "relajados".

El estudio, según información divulgada por el Daily Mail se enfocó en los hábitos alimenticios, y como éstos pueden modificar la conducta de los niños.

Los investigadores hicieron un hallazgo increíble: aquellos chicos que comieron una pata de pollo con las manos hasta morder el hueso, se comportaron el doble de agresivos. Mientras que quienes recibieron el pollo picado en trocitos tuvieron una actitud más serena y relajada.

El estudio se realizó durante dos días con un grupo de niños de una escuela elemental en Estados Unidos, que atendían un campamento de verano. Y el comportamiento de los pequeños fue grabado durante y varias horas después de haber comido.

La investigación se centró en niños de 6 a 10 años. Se dividieron en dos grupos. Y aquellos que tuvieron que morder con sus dientes bien muslos de pollo, manzanas enteras, o mazorcas de maíz se comportaron más alterados, que aquellos que recibieron los alimentos picados y debieron comer con cubiertos.

"Aquellos fueron dos veces más propensos a desobedecer los adultos, y dos veces más agresivos con los otros niños",  indicó Brian Wansink, Profesor y Director de la Universidad de Cornell y de Cornell Food and Brand Lab.

Así que de ahora en adelante, vamos a darles cu comida bien picadita a esos chicos, para que se comporten de maravilla. Yo ya no tengo niños pequeños, pero tú puedes hacer la prueba y comprobar si esto funciona con tus chicos. ¡No pierdes nada con intentarlo!

Imagen vía Thinkstock