Cuando creía que lo había visto todo, me entero que a cuatro mujeres aquí en Estados Unidos les han implantado vaginas cultivadas en un laboratorio, a partir de tejido vaginal propio y que, después de la delicada operación, todas han sido capaces de experimentar excitación sexual, deseo, lubricación y hasta orgasmos. Dicho esto, no puedo sino decir que Dios bendiga a la ciencia médica y también a los Estados Unidos de América donde, por lo visto, todo es posible. Cuándo en mis tiempos, hubiera dicho mi abuelita con esta historia que de verdad se cuenta y no se cree…
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Las cuatro pacientes cuyas operaciones resultaron exitosas, eran adolescentes que sufrían de una condición congénita conocida como aplasia vaginal, es decir: sus vaginas no se formaron correctamente cuando las criaturas estaban en el vientre materno. Esta condición suele derivar en otros problemas incluyendo anomalías en los órganos reproductivos.
Después de la operación, las cuatro mujeres reportaron tener una vida sexual absolutamente normal y placentera, y aunque todavía no se ha producido ningún embarazo, en teoría no habría obstáculo para ello.
Según reportó BBC.com, el implante de vaginas creadas en un biorreactor es el último avance de lo que se conoce como medicina regenerativa, mediante la cual a partir de tejido humano se han venido reconstruyendo vejigas, vasos sanguíneos y conductos de aire.
Para la reconstrucción de las vaginas de estas cuatro mujeres se hicieron biopsias del tejido de la vulva no desarrollada de cada una de ellas, y con la ayuda de un andamio biodegradable se cultivaron células en gran cantidad en un laboratorio, de acuerdo con el tamaño y forma de cada una de las pacientes. Las operaciones se realizaron el Centro Médico Wake Forest Baptist en Carolina del Norte.
La verdad es que no salgo de mi asombro y me maravilla que la ciencia avance de esta manera y que mujeres, que de otra manera estaban condenadas a vivir con su aparato reproductor incompleto, ahora puedan disfrutar de una vida sexual plena. Dios mediante quizá hasta puedan ser mamás algún día.
Imagen vía Thinkstock