
Otro año más en que nos llega la hora de comer y ofrecer pan de muerto. Nunca lo había hecho, pero este año me inspiré, y el próximo 2 de noviembre volveré a honrar a mi papá y mi hermana, pero esta vez con mi propio pan de muerto hecho en casa. Te cuento cómo lo hice.
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Imagen vía Corbis
Lo primero es la esponja

Para un pan de muerto, vas a mezclar 1 cucharada de levadura seca, 2 cucharadas de azúcar blanca y 2 cucharadas de harina, con un poco de leche tibia.
Deja que la esponja crezca

Agrega leche al tazón con la levadura, el azúcar y la harina. Disuelve todo con una cuchara. Deja reposar en un lugar tranquilo por unos 20 minutos. Una vez que la esponja haya duplicado su tamaño, estará lista para hacer la masa.
Prepara la masa

Aparte, vas a mezclar: 3 tazas de harina, 1 huevo a temperatura ambiente, 3 cucharadas de mantequilla, 1 pizca de sal y la ralladura de la piel de una naranja. Pones todo en el tazón de una batidora con la hoja de amasar, y lo enciendes. Si no tienes una batidora, se puede amasar a mano, perfectamente.
Agrega la esponja y la leche

Para unificar, vas a agregar la esponja y continúas amasando. Para terminar de unificar, vas a agregar un poco de leche tibia con 1 cucharadita de agua de azahar. La cantidad de leche va a depender de la humedad que requiera la masa.
Añade más azúcar y continúa amasando

Agrega el azúcar. Continúa amasando con el batidor, y añade ¼ de taza de azúcar refinada. Bate hasta que el azúcar se incorpore. Amasa a mano. Notarás que la masa tiene granitos de azúcar, los cuales vas a disolver mientras amasas. En mi caso, amasé con el ayudante de cocina (batidora) por unos 5 minutos, y solo trabajé a mano para asegurarme de que la masa estuviese suave y elástica.
Vuelve a amasar

De nuevo, puedes hacerlo con la batidora, pero también manualmente. No hay nada como meter las manos en la masa y sentir su suavidad.
Deja que la masa crezca

Una vez que la masa tiene la elasticidad deseada, se hace una bola y se pone en un recipiente engrasado. Luego, se tapa con una toalla húmeda. La idea es dejar que la masa crezca y duplique su tamaño. Esto toma al menos 20 minutos. Precalienta el horno a 350°F.
Dale forma al pan

Amasa nuevamente, y corta y aparta un cuarto de la masa para hacer los huesos del muerto. Haz una bola con las costuras hacia abajo, y pon una bandeja cubierta con papel pergamino. Achata un poco la bola con las manos. Corta la masa restante en tres partes: dos para hacer los huesos, y una pequeña para hacer la bolita. Con los dedos, estira la masa como si estuvieras jugando con plastilina, y presiona para dar forma a los huesos. Pon los huesos en forma de cruz, y la bolita en el medio.
Hornea

Hornea por 20 minutos, hasta que comience a dorarse. Pon a enfriar en una rejilla y, con una brocha, barniza con mantequilla derretida.
Espolvorea con azúcar

Espolvorea con azúcar abundante, y sacude el exceso.
Así quedó

Así me quedó mi primer pan de muerto. La masa es esponjosa y muy suave. El aroma en mi casa es indescriptible, y estoy segura de que volveré a hornear este fin de semana. Mis hijos se lo devoraron en un abrir y cerrar de ojos.