
Las mamás sabemos lo importante que es proteger a los bebés de cualquier riesgo a contraer enfermedades sobre todo durante su primeros seis meses de vida, cuando su sistema inmunitario aún es inmaduro. Y aunque la idea a veces no nos guste, esto implica renunciar temporalmente a los ambientes que ponen en riesgo su salud.Checa los lugares que debes evitar.
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No des paseos con tu bebé cuando está lloviendo, hace mucho frío o mucho calor.

De acuerdo a muchos pediatras, puedes dar un paseo corto con tu bebé. Lo importante es que no lo expongas a los cambios bruscos de temperatura y hazlo en zonas abiertas donde no haya tanta contaminación.
Evita lugares de ambientes cerrados donde se concentra mucho el ruido y el escándalo.

Toma en cuenta que hace no mucho tu bebé estuvo en tu pancita, acostumbrado al silencio y al eco de tu corazón. La calma es necesaria para él y el ruido podría hacerlo estallar en un estrés innecesario que le provocaría secreción excesiva de cortisol.
No vayas de compras al supermercado durante el fin de semana cuando está lleno de gente.

Puedes hacer un ajuste en tu rutina, quizá te guste llevar a tu bebé contigo y no hay problema siempre y cuando no lo sometas al contacto con demasiadas personas. Los virus y bacterias del ambiente pueden ser un tema de riesgo y se puede contagiar.
Evita los baños de sol en las horas más intensas, antes de que las temperaturas sean muy elevadas.

Para evitar la ictericia, puedes hacer los baños de sol recomendados por el pediatra por la mañana, evitando que le dé directamente en los ojos y cambiándolo constantemente de posición. Puedes dejarlo en pañalito evitando corrientes de aire para que no se enferme.
Sal al frío solamente en caso muy necesario o urgente y tapa de manos, cabeza y pies a tu bebé.

Si las circunstancias no te dejan más opción que salir cuando hace frío, pon especial cuidado en cubrir manos, pies y cabeza ya que la mayor parte del calor del cuerpo se pierde por ahí. Protégelo con una gorra de lana, bufanda, guantes, calcetines de algodón y calzado resistente al agua.
Evita tiendas por departamento de espacio reducido donde la carriola no pueda maniobrarse.

El cochecito de tu bebé se convertirá en uno de tus aliados más importantes y necesarios para crear una burbuja de protección. Si vas de compras por placer a alguna tienda por departamentos, elige una de amplio espacio para poder tenerlo resguardado.
No lo lleves al cine ya que es un lugar de ruidos estruendosos y cambios abruptos de luz.

Los cambios de estímulos tanto auditivos como visuales a los que se ve sometido tu bebé son mayúsculos y puede asustarse y ponerse irritable. Además toma en cuenta que puede descontrolar al resto de la gente y pasarás un momento incómodo.
Evita sitios como iglesias o salas de juntas y reuniones diseñados solo para adultos.

Tu bebé querrá explorar el ambiente y además querrá tocar todo, y si necesitas cambiarle el pañal, no encontrarías el espacio adecuado para hacerlo y tu momento se convertiría en minutos de caos y desesperación para ti y para él.
Jamás se te ocurra llevarlo a una clínica o a un hospital por razones obvias de contagio ante cualquier enfermedad.

Son lugares donde pululan las infecciones, los virus, las bacterias y gérmenes. Tu bebé los puede respirar aunque no tenga contacto táctil. Recuerda que su sistema inmune aún no está del todo fortalecido y es campo fértil ante cualquier enfermedad.
Tomar vacaciones en lugares de excesivo sol como la playa o con químicos como las albercas.

La piel de tu bebé es sumamente delicada y los rayos del sol pueden tener efectos muy nocivos. Además los químicos de las albercas como el cloro, pueden producirle alergias o infecciones. Sé muy cuidadosa con revisar la higiene de los lugares donde vacaciones.