Hay muchas señales que dicen que tu relación de pareja puede irse al caño si no haces algo. Hay situaciones que pueden ponerte los pelos de punta sobre todo cuando las cosas se han salido de control. Lo que era miel se tornó amargo y hasta inesperado y a veces hasta puede resultarte un perfecto desconocido. Checa esto.
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Cuando tu suegra o su familia se mete en todo y no entiende que las decisiones de una pareja son de dos.
Cuando te das cuenta que todo lo consulta con su madre y además tiene que recibir su aprobación, seguro estás al borde de la histeria. Pon límites claros y respetuosos desde el principio y hazle saber que no estas dispuesta. No cedas por pensar que la cosa va a cambiar.
Cuando te habla de sus relaciones pasadas e incluso llega a compararlas sin darse cuenta de lo incómodo que te resulta.
Es que tu eres mucho mejor que es que ella era más… Son frases que lo ejemplifican. Cada cosa tiene su tiempo y su espacio y hablar de ello contamina la relación actual. Pídele con firmeza que no lo haga y hazle saber los motivos.
Cuando te sientes presionada a dar un paso para el que todavía no estás lista y no sabes como decirle que no.
Más vale hablar a tiempo que arrepentirte cuando ya no hay vuelta atrás así que si no estás lista para un compromiso mayor, díselo y ya. Esto habla de amor hacia ti misma y de una honestidad que a la larga les ayudará a no salir lastimados a ambos.
Cuando quiere controlar lo que haces, dices o piensas descalificándote y haciéndote sentir chiquita.
No se trata de que pelees con él todo el tiempo y mucho menos que caigas en una lucha de poderes. Sin embargo, déjale claro que toda relación necesita respeto y que ambas opiniones cuentan. No permitas que minimice tus opiniones porque también son valiosas.
Cuando mira a otra chica y no hace nada para esconderlo aun cuando tú estás presente.
Es cierto que el instinto del hombre es diferente al de las mujeres, pero hay que tomar en cuenta algo que se llama RESPETO. Si no es capaz de controlarse, significa que le parece de lo más normal hacerlo frente a tí. Para las antenas porque es probable que no cambie.
Cuando te crítica todo el tiempo y parece que nada es suficiente para él ya que no te reconoce ningún esfuerzo.
No es que quieras felicitaciones todo el tiempo, sin embargo saber que tu pareja te admira es un requisito fundamental para sentirte motivada en la relación. Hazle saber que para ti sería un estímulo importante conocer su opinión sobre las cosas que sí le gustan de ti.
Cuando deja de conquistarte y entra en un estado de apatía donde los halagos y la seducción han desaparecido.
Entiendo que el romance y los momentos de enamoramiento tienen caducidad, pero sentirte amada, halagada y admirada es algo que siempre nutre por dentro y por fuera. Esto le da vida a tu relación así que planea cosas que los ayuden a recuperar los suspiros.
Cuando no te da el tiempo suficiente porque su trabajo o sus amigos resultan mucho más importantes que estar contigo.
Cuando el tiempo que le dedica a la relación es casi nulo, entonces tienes que replantearte si quieres continuar en esas condiciones o no. En este caso forzar las cosas puede resultar infructuoso y quizá a la larga te sigas sintiendo abandonada.
Cuando discuten por las finanzas y los temas de dinero se convierten en un conflicto de casi todos los días.
El dinero siempre es un tema delicado si no se llegan a acuerdos desde el principio. La repartición de las responsabilidades económicas será exitosa si lo establecen justamente, de lo contrario se puede convertir en un verdadero dolor de cabeza.
Cuando no te escucha e impone su voluntad pensando que tiene la verdad absoluta y nada de lo que tú le digas le interesa.
Bueno, aquí no hay más que sugerirte que te salgas de esa relación tóxica lo más pronto posible porque tu autoestima y tu voluntad están en riesgo. Toma en cuenta que cuando alguien te anula totalmente, quizá lo haga siempre.
