Mis hijos fueron a un preescolar desde que los 3 años y aunque la transición no fue difícil porque todavía estaban chiquitos, hay muchos niños que se quedan en casa hasta que llega el momento de ir a Kínder. Para ellos, puede que ir a la escuela por primera vez sea algo bastante preocupante. Aquí comparto algunos consejos para que esta transición sea más fácil.
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1. Dile lo mucho que le va a gustar. Tienes que hacer todo lo posible por emocionarlo en cuanto a la escuela y lo bien que la va a pasar, los muchos amiguitos que va a conocer y todo lo nuevo que aprenderá. Háblale bien de la escuela constantemente para que siempre la vea como algo positivo.
2. Juega a la escuelita en casa. Esto ayudará a que tenga una idea acerca de cómo funcionan las cosas en una escuela. Explícale que habrá momentos en los que puede jugar, pero otros en los que tendrá que prestar atención para aprender una lección nueva.
3. Acostúmbralo a la estructura. Si tu hijo no ha tenido ningún tipo de estructura durante los primeros años de su vida, ha llegado el momento de que comiences. Esto le ayudará una vez que entre a la escuela donde todo sucede a una hora específica.
4. Conviértete en voluntaria. Si crees que a tu hijo se le va a hacer muy difícil la transición, tal vez puedes apuntarte para ayudar a su maestra un par de veces a la semana. Así él te verá y podrás ayudarlo a sentirse más a gusto en su clase.
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