Dime como naciste y te diré como eres. Aunque suene increíble, la terapia de renacimiento y algunas investigaciones sobre el trauma del nacimiento, explican que la forma en que nacemos influye en el desarrollo de la personalidad. La bienvenida al mundo queda grabada en la memoria y tejerá gran parte de la vida futura de tus hijos. Interesante ¿no crees?
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Imagen vía Corbis
Parto inducido
Independiente a la causa, cuando se estimula el parto, el bebé se ve impedido de poner en marcha su propio motor para iniciar el camino y quizá esto se manifieste en una ligera dificultad para emprender y tomar iniciativas en su vida por propia voluntad.
Cesárea por urgencia
Cuando ha iniciado el trabajo de parto, el bebé ya dio el primer paso pero algo le impide salir con facilidad, esta memoria puede producir en su inconsciente la creencia de que cada vez que ponga en marcha una acción algo le impedirá llegar a la meta y siempre necesitará ayuda para ello.
Cesárea programada
Aquí es expulsado, el bebé es arrancado de su medio y puede desarrollar una sensación de incapacidad para hacer las cosas por sí mismo y puede sentirse con cierta impotencia para tomar decisiones.
Nacimiento con Fórceps
Tu bebé puede desarrollar un rasgo de personalidad que espere casi siempre la ayuda del exterior para salir de los asuntos que sólo le corresponde resolver a él. Además de que puede odiar el control y la manipulación externa así como desarrollar ciertos rasgos de agresividad.
Parto difícil
Un parto que lleva horas debido a que tu bebé se esfuerza por salir encontrándose con obstáculos que se lo impiden, puede reproducir en su vida una sensación de batalla para encontrar salida y solución a los problemas o asuntos cotidianos.
Nacimiento prematuro
Cualquiera que sea la causa del adelanto, la personalidad se ve influida y puede sentirse inmaduro para cualquier relación. Quiza se sienta vulnerable y pequeño, además de sentirse poco preparado para los retos que tiene que enfrentar.
Necesidad de incubadora
Debido a las condiciones de separación puede sentirse solo y puede relacionarse con personas frías y distantes. Le cuesta trabajo recibir caricias y quizá cargue con una incubadora simbólica durante su vida, aislándose e impidiendo el contacto.
Posición trasversal
Al no estar direccionado a la salida puede sentir que siempre va en la dirección equivocada además de que posiblemente sienta que otros lo obligan a torcerse en la dirección opuesta. Puede sentir confusión y hasta dolor en el cuerpo por lo que pueden no gustarle los abrazos apretados.
Cordón enredado
Son muy vulnerables a la sensación de asfixia, y es posible que se sientan estrangulados en las relaciones y aunque pueden desempeñarse bien en las situaciones de crisis, suelen sabotear toda su creatividad.
