
____Cuenta Sara Evans que a ella le hacía mucha ilusión ir de vacaciones a Las Vegas, así que apartó dos semanas en su calendario para celebrar 'en grande' su cumpleaños número 30, en septiembre de 2012. Imaginaba que sería un viaje inolvidable… Así fue, pero no en el sentido divertido que ella soñaba, sino porque fue durante esa travesía cuando a ella, al parecer, se le despertó la conciencia sobre su obesidad al ver las fotos junto a sus amigas. Para aquel momento, ella pesaba 248 libras y su estatura es de 5 pies 4 pulgadas.
Para mi, la historia de Evans es realmente inspiradora y una muestra más de que cuando nos proponemos metas, y luchamos para alcanzarla cualquiera de nosotros puede conseguirlas.
Lee más en ¿Qué más?: 6 Trucos de belleza que harán tu vida más fácil
Dice Evans que mientras sus amigas se divertían horrores en Las Vegas, ella sudaba a cántaros, allí donde las dos piernas hacen 'roce' y tenía que estar echándose 'talco' para evitarlo. Y cuando llegaba la hora de las fotos en la piscina, ella buscaba esconderse detrás de sus amigas. No quería ver 'toda su humanidad' en aquellas gráficas que lastimaban su autoestima. Así que ella, estando justamente en la ciudad del pecado, allí donde el desenfreno nunca parece ser demasiado, decidió 'meter en cintura' sus apetitos y sus malos hábitos de vida. ¡Genial, es la mejor decisión que ha podido tomar para revitalizar su salud y su vida!
Lo primero que hizo fue bajar una aplicación en su teléfono: *'*Couch to 5K' y se fijó dos metas. La primera era llegar a correr 5k (3.1 millas) sin detenerse. La segunda era bajar 40 libras.
Evans es de Louisiana y admite sin reparos que su sobrepeso era el resultado de sus pésimos hábitos alimenticios. Su desayuno incluía tocineta, salchichas, panquecas y huevos. El almuerzo era, por lo general, alguna comida 'chatarra' y la cena solía incluir pollo frito, macarrones con queso. Y por supuesto, nunca podía faltar una porción de postre, un pastel de manzana o algún pudín bien cremoso. Cuando creces en el sur, dice Evans, comer en grandes porciones, es casi un deber.
Afortunadamente, ella se atrevió a romper ese círculo vicioso, abundante en comida chatarra y vida sedentaria, y a dar un vuelco a su vida, con mucha firmeza y determinación.
Dice que fueron dos años de estricto régimen alimenticio, se cambió a una dieta baja en carbohidratos; y se unió a un programa que incluía, correr mucho, y hacer ejercicio de cardiovasculares. Pero ha valido la pena.
El correr, según dijo, fue la clave para bajar 120 libras. Se dice fácil, ¡pero tuvo que luchar y sudar mucho! Ahora su recompensa es su renovada figura. Ella luce ¡súper! y se siente con más vida. Definitivamente, ella es una inspiración para muchos, incluyéndome a mi.
Imágenes vía CNN