Esta mujer perdió 100 libras haciendo algo que a todas nos encanta

Roni Tarver mide 5 pies y 6 pulgadas. Es un poquito más alta que yo y llegó a pesar 235 libras (110 libras más que yo). Mientras escribo voy comparando para poder imaginarme el sobrepeso de esta mujer que además es maestra y cuya obesidad le ocasionaba un dolor de espalda tan intenso que se estaba tomando entre 10 y 15 pastillas de ibuprofeno al día. Por lo mismo, comenzó a tener problemas estomacales y además no podía con el cansancio.

Cuando una noche estalló en llanto en su cama, desesperada porque no aguantaba vivir así, su esposo le dijo que para él, ella era la mujer más hermosa del mundo, pero que si se sentía tan infeliz, tenía que hacer algo. Ese apoyo incondicional de su marido fue el detonante para que Roni pudiera retomar el control de su vida y decirle adiós para siempre al sobrepeso que le estaba robando su felicidad.

Lee más en ¿Qué más? Cuando sepas cómo perdió la mitad de su peso, uqerrás hacer lo mismo

Fue cuando Roni comenzó a reducir las calorías que consumía, a caminar y a montar bicicleta estacionaria seis veces por semana y en tres meses ya tuvo el valor y la energía para comenzar a ir al gimnasio. Al rato se inscribió en su primera clase de zumba y le cambió la vida para siempre. Bailaba como si el mundo se iba a acabar y comenzó a completar su rutina de baile con ejercicio en la máquina elíptica y levantado pesas.

Después de 10 meses, uno de sus instructores la animó a certificarse para convertirse en instructora y adivina que ahora Roni es maestra y con base en su experiencia enseña a sus alumnos que en el baile puede estar la solución de la obesidad.

Ahora su peso fluctúa entre 135 y 140 libras y cuenta que además de las clases diarias de zumba cambió sus hábitos alimenticios: le dijo adiós a la comida rápida y a la leche y sus derivados y optó por el pollo y pescado a la plancha o a la parrilla con verduras y seguir una dieta rica en frutas. Todo lo que come al día suma entre 1500 y 1700 calorías que las cuenta con una aplicación que tiene en su teléfono inteligente.

Por supuesto ya no tiene dolor de espalda, y de vivir extenuada se convirtió en una bailarina infatigable que dice que el secreto del éxito y la felicidad es encontrar algo que nos guste y nos apasione, y no darnos por vencidas nunca.

Imagen vía Facebook/Roni Taver