
____Cuando me enteré de por qué 82 por ciento de los nacimientos en Brasil son por cesárea, no pude evitar mi sonrisa sarcástica. Nada nuevo. En Venezuela, donde nací y me crié, pasa lo mismo. Las cesáreas programadas son el pan de cada día y quienes traen sus hijos al mundo por parto natural son consideradas heroínas. Tuve mis dos hijos por cesárea. No lo decidí yo sino mi médico, quien sólo se ocupa de embarazos de alto riesgo y me lo advirtió desde el día en que le oímos el latido del corazón a cada uno de mis bebé: "No vas a parir. Este niño nacerá por cesárea y en el hospital que tiene la mejor unidad de neonatología del país". Y así fue.
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Según me explicó después, quería evitar el riesgo de pre-eclampsia que se presenta después de las 38 semanas en mujeres embarazadas de más de 38 años.
Mi caso estaba plenamente justificado. Pero lo cierto es que en Venezuela como como en Brasil, se programan muchas cesáreas por la conveniencia del médico (así no tendrá que asistir un parto de madrugada o durante un fin de semana), pero también porque la cesárea es un procedimiento quirúrgico con el que médicos y hospitales privados hacen verdaderas fortunas.
Los costos de una cesárea son hasta ocho veces más altos que los costos de un parto natural. Si el paciente está asegurado, la mayor parte de ese costo es cubierto por las compañías de seguro. Estoy segura de que en Venezuela como en Brasil, la proporción de partos por cesárea en comparación con la de partos naturales en hospitales públicos es considerablemente menor.
Lo más terrible de esta situación, es que médicos de clínicas privadas ganan dinero a expensas de las pacientes. Mis partos fueron por cesárea por razones médicas. Sin embargo, nada como un parto natural tanto para la mujer como para el bebé.
Por ejemplo, en el caso de nosotras, en un parto natural la pérdida de sangre es mucho menor que en una cesárea y los riesgos de infección post parto (endometritis) también son mucho menores. Lo mejor de un parto natural es la recuperación post parto. Para el bebé las ventajas incluyen que son más despiertos, expulsan todo el líquido de los pulmones y tienen mejor oxigenación arterial y cerebral.
Imagen vía Thinkstock