Rindamos homenaje a todas las mujeres que nos ayudan a criar a nuestros hijos

Hace dos años comenzamos a salir a cenar una vez por semana en familia, después de que nos dimos cuenta de que de esta manera podemos tener conversaciones más largas y profundas.  Cuando cenamos en casa siempre  nos  distrae la televisión, nuestros aparatos electrónicos  o distintas cosas que nos mantienen ocupados.  Durante la cena de esta semana le hice  a mi hijo una de las preguntas que se incluyó en una  encuesta de Internet en la cual me tocó participar. Era: ¿quién ha sido la persona que causó el mayor impacto en tu infancia?

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Mi hijo, de 16 años, me miró y sin detenerse siquiera me respondió "eso es sencillo ¡María! ".  ¡Casi me atraganté con la comida y el vino!  Mi marido evitó totalmente dirigirme la mirada.  Al principio me sentí herida y sentí deseos de echarme a llorar. Pero saqué mi lado racional y controlé mi reacción de mamá histérica. Simplemente le dije: " Eso es maravilloso cariño, ¿por qué?.  Él respondió: "Mientras tú estabas trabajando y viajando, ella estaba allí todos los días,  me empujaba a hacer mis tareas y me animaba cuando se ponían difíciles, ella también fue la que me ayudó a crear los hábitos de estudio que tengo en la actualidad". 

"Estos hábitos son los que realmente me han ayudado este año", agregó.  Él ha tenido un año muy exigente académicamente. María fue nuestra nana, la persona que cuidó  a mis hijos durante 12 años.  Mientras estaba trabajando y viajando mucho por negocios,  yo siempre le recordaba a mis hijos que "ella es su madre mientras yo no estoy, ella es  la que toma las decisiones, ¡no yo! ".  María fue siempre muy cariñosa pero también estricta sin ser autoritaria.  Ella les enseñó a ser respetuosos con los demás,  a preocuparse de sus modales,  a seguir sus reglas con respecto a las tareas y se preocupaba de la  calidad del  trabajo que hacían, también se preocupaba de que tuvieran  una dieta equilibrada y nutritiva. Tenía una rutina estricta la cual mis hijos, e incluso mi perro, debían seguir.  

Nosotros queremos mucho a  María y le tenemos una gran admiración. A pesar que  ya no trabaja para nosotros nos sigue visitando regularmente. También creo que mis hijos le dieron mucha alegría y amor.  Al igual que muchas de nuestras mamás latinas, María dejó a su hijo y su familia en Perú y vino a los EE.UU. para darles una vida mejor (económicamente). Cuando  se sentía sola, mis hijos estaban siempre allí para consolarla. Como  madre trabajadora he debido hacer muchos sacrificios en lo que respecta  a pasar  tiempo con mis hijos,  pero me siento muy afortunada de que hayan tenido una persona como María en su vida que los ha  inspirado a ser mejores personas,  trabajar duro y tener fe y optimismo , incluso cuando la vida nos ha dado algunos golpes difíciles.  Gracias a mi María y tantas Marías que crían a nuestros hijos con amor y dedicación.

Image vía Lucía Ballas-Traynor