Ayer mientras que mi esposo, mis hijos y yo regresábamos de uno de nuestros típicos paseos por los senderos que rodean nuestro vecindario, comprobé nuevamente porque prefiero mil veces vivir en un suburbio residencial que en el centro de la ciudad. Y es que nuestra vida en este barrio en las afueras de la ciudad es súper tranquila, amena y rodeada de la naturaleza.
Aunque de chica pasé una buena parte de mi niñez en el centro de la ciudad y conozco bien los beneficios de esto, mis mejores recuerdos son de las casas en las que vivimos que quedaban en los suburbios, por eso fue que escogí lo mismo cuando decidí tener hijos.
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Y es que el barrio donde vivimos ahora queda en una área donde hay muchos parques y zonas verdes. Es más, a tan solo un par de cuadras de la casa, hay un estanque donde a mis hijos les encanta ir a darle de comer a los patitos. Además h__ay muchos senderos en los que podemos montar bicicleta__ sin preocupación alguna ya que están en el centro del vecindario donde no hay tráfico.
Al enterarse donde vivimos, algunos amigos que viven más cerca al centro de la ciudad, nos preguntan cómo podemos vivir en un lugar donde todo parece perfecto y las casas son todas iguales. Aunque eso no es cierto, a mi la verdad me importa muy poco todo esto porque la realidad es que la calidad de vida que les estoy dando a mis hijos es mucho más importante que si la fachada de mi casa es igual a la de la casa de mi vecino.
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Ah, y hablando de vecinos, creo que nosotros tenemos mucha suerte, porque los nuestros ¡son los mejores! Además de cuidarnos la casa y hasta a nuestro perro cuando estamos de viaje, hemos establecido una linda relación con varios de ellos y nos preocupamos genuinamente los unos por los otros.
¿Qué prefieres tú, el centro o los suburbios residenciales?
Imagen vía chrisdlogosz/flickr