El amor propio es algo que tu pequeño irá construyendo a lo largo del tiempo y que requiere mucha de tu participación para que lo edifique de una forma saludable en la que se sienta único, valioso y digno de amor, sobre todo de un amor ‘no condicionado’. El amor propio es una práctica, no un concepto y tu hijo logrará llevarla a cabo como parte integral de su ser si tú le proporcionas las herramientas emocionales que necesita para que, pase lo que pase en su vida, su amor propio siempre lo rescate y no le permita derrumbarse ante las adversidades. Dicen que el amor lo cura todo, y es verdad, no hay nada mejor que enseñar a tu hijo a ser incondicional consigo mismo para que cuando viva los desafíos de la vida, confíe en su fortaleza interior. Por eso, aquí te paso algunos consejos muy importantes para que le enseñes a amarse incondicionalmente.
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El amor propio se siembra desde el ejemplo, esto implica que de tu autoestima y de la autoestima de papá, dependerá la forma en cómo tu hijo se quiera a sí mismo. Tu eres una extensión emocional de tu pequeño y por lo tanto de lo que observe y perciba de ti, aprenderá para sí.
Para tejer el amor propio en nuestros hijos, es imprescindible deshacerse de conceptos equívocos que asocian la autoestima con el reconocimiento, los elogios o los aplausos emocionales ya que eso no es lo que fortalece el interior de tu hijo y si bien es cierto que la validación es importante, no debes perder de vista que el respeto es lo que le indicará el verdadero sentido.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Revisa tu autoestima, toma en cuenta que le estás reflejando de ti a tus hijos en pensamiento, palabra y acción.
Podrías pensar que el hecho de que tus hijos te vean fuerte e invencible es una manera de mostrarles la fortaleza de tu autoestima y te equivocas. En realidad, lo que necesitas reflejar es que eres amorosa contigo misma, que reconoces tus emociones, que te tienes paciencia y que no eres perfecta. Esto ayuda a que bajes tus niveles de autoexigencia y por lo tanto serás una madre genuina, auténtica y sobre todo feliz porque has aprendido a quitarte cargas de expectativas fuera de la realidad
Ayúdalo a construir su autoconfianza, desde la fuerza para intentar y volver a intentar.
Es posible que tu hijo tenga talentos muy definidos y otras habilidades que apenas está desarrollando. La autoconfianza crece con los retos, con los desafíos así que aquello que le represente un obstáculo es a lo que se debe de enfrentar. Lo importante es que le hagas saber que, si va avanzando un paso a la vez, logrará alcanzar la meta que se propone. Evita hacer énfasis en lo que le falta y pongan atención en lo que va logrando. Puede ser un reto deportivo, un reto académico o un reto personal.
Si toma una decisión y no resulta como esperaba, ayúdalo a comprender que siempre hay otras alternativas.
Evita decirle frases como: ‘Te lo dije, te dije que era mejor la otra opción’. Por supuesto que tu experiencia como mujer adulta o padre adulto te dan la oportunidad de ver las cosas en perspectiva, además tu experiencia te ayuda para tener más claridad en los caminos y sus consecuencias. Sin embargo, de nada sirve que tu pequeño haga siempre lo que tu le dices. Es importante que le permitas probar rutas y que sepa que siempre habrá posibilidades para lograr lo que el quiere y sólo necesita tomar decisiones diferentes. Eso le dará la motivación para sentir que ‘puede’.
Evita las críticas disfrazadas de motivación y empuje, aunque lo hagas con una buena intención.
En una ocasión un padre me dijo en consulta que le decía a su hijo sus verdades porque así forjaría fortaleza de carácter en él. El problema es que, para el padre, nunca era suficiente y a pesar de los esfuerzos que el niño hacía para complacerlo, nunca lo lograba. Esto hizo que el niño comenzara a acompañar su mente con los mensajes de su padre y por lo tanto para él tampoco era suficiente lo que hacía y nunca se sentía satisfecho con sus esfuerzos. Hablar de ser realistas, no tiene nada que ver con el hecho de señalar las acciones con críticas constantes.
Jamás lo etiquetes con algún calificativo, habla sobre la actitud, no sobre su esencia.
En otras notas te he señalado la importancia que tiene el hecho de que externalices la actitud de tu hijo y que no te refieras a ello como si formara parte de su interior. No es lo mismo cuando dices: ‘Me siento muy enojada con tu actitud desobediente’ a decirle: ‘Eres un desobediente’. Las etiquetas se pueden convertir en un estigma que podrían volverse parte de su personalidad y que le restarían amor propio por sentir que no esta siendo lo que tu espera que él sea.
Enséñale a tu hijo la importancia del autocuidado.
Todos los hábitos de higiene, de salud, de alimentación y de cuidado de su cuerpo, son imprescindibles en las manifestaciones de amor propio. Bajo tu supervisión, explícale que protegernos a nosotros mismos y cuidar el propio bienestar, es una forma de agradecer a nuestro organismo que nos mantiene fuertes. En su caso para poder correr, jugar, leer, escribir, etc. Y en tu caso para poder caminar, trabajar, reír, jugar con él, sentirte fuerte. Los hábitos saludables son algo más que una rutina.
Hazle saber la importancia que tiene el hecho de decir “no” cuando hay algo que le incomoda.
Esto tiene que comenzar en casa, así que debes estar muy atenta a los “no” de tus hijos y pedirles que te lo digan con respeto y asertividad pero que siempre te digan cuando no están de acuerdo con algo. Y aunque después platiques con ellos sobre los argumentos de los límites que quizá no estén aceptando, lo importante es que se muestren amor propio expresando con respeto aquello que sienten. Esto es una manera de validar sus propias emociones y su propio criterio que, aunque esté en formación es válido.
Hazle saber que no siempre tenemos porque agradar a todo el mundo.
Los niños que desarrollan amor propio, están conscientes de que, si alguien no está de acuerdo con ellos, no significa que los estén excluyendo o rechazando. Por ello es sumamente importante que en casa fomentes la expresión de opiniones respetuosas. También es válido que te apoyes de cuentos o experiencias personales que les puedas compartir como, por ejemplo: ‘A veces no estoy de acuerdo con la forma de pensar de mi amiga o amigo, pero yo la sigo queriendo igual, eso no significa que ya no hable con ella o que no salga con ella a tomar un café’. Si tus hijos notan que eres sincera con tu amiga pero que al mismo tiempo eso no rompe el amor que se tienen, notará que no siempre porque hay que agradar a todo el mundo.
No compares a tus hijos con nadie, ellos son únicos y deben sentirlo.
Puede que tu hijo no tenga las habilidades que esperas o a veces puede darse el caso de que choques un poco con su personalidad. Sin embargo, algo que podría dañar mucho su amor propio es que lo compares con su hermano, amigo, primo, etc. No quieras enseñarle lo que esperas de él a través de las cualidades que ves en otros. Esto rompería la autoestima de tu hijo ya que no se sentirá digno de se reconocido por ti. Lo mejor es que trabajes la relación con tu hijo desde la actitud y haciendo acuerdos con él, no para que sea como esperas, sino para que el mismo descubra los efectos de sus actitudes inadecuadas.
No les grites, tu eres la adulta en la relación, si sientes que no te puedes controlar, retírate a tiempo.
Desgraciadamente se ha normalizado el grito como algo que forma parte de las tradiciones de la crianza, además de ser un modelo repetido por generaciones. Muchas de nosotras en algún momento lo hemos hecho y te aseguro que yo no me voy a excluir del grupo. Sin embargo, cuando comprendas que esto puede poner a tus hijos en un estado de alerta permanente y puede generar un estrés innecesario, te aseguro que tu forma de actuar será otro. No es necesario gritar en ninguna relación de la vida, la comunicación puede ser asertiva y con límites al mismo tiempo.
Cuida que los desafíos sean adecuados a su nivel, no les exijas algo que todavía no están listos para desarrollar.
Lamentablemente hoy en día hay una enorme confusión entre desarrollar los talentos en nuestros hijos y saturarlos de actividades o convertirlos en adultos chiquitos. La competencia ha llegado a niveles en donde las mismas madres presumen las habilidades de sus hijos como si fueran trofeos que les dan un reconocimiento como mamás. Tus hijos tendrán amor propio si sienten que les permites ir a su ritmo, poniéndoles desafíos, pero a su ritmo. No olvides que no hay prisa y la autoestima de tus hijos depende de ello.
Enséñalos a felicitarse a ellos mismos cuando alcanzan un objetivo.
Es importante que tus hijos se den aliento y motivación a sí mismos cuando logran un propósito o van en camino a él. Hay muchas dinámicas que puedes proponer como escribir una carta de agradecimiento a su fuerza y energía, pueden dibujarla o proyectarla a través de un super héroe favorito y felicitarse a través de ello. Por ejemplo, si hacen una carta a su responsabilidad, la pueden personificar y decirle o escribirle: ‘Gracias responsabilidad porque me ayudaste a terminar mi tarea completa’. De esta forma poco a poco aprenderán la importancia el auto reconocimiento.
Si tu y papá cultivan una relación sana con sus hijos, ellos tendrán relaciones sanas en su futuro.
El amor propio se ve reflejado en las relaciones sociales y de pareja que establezcan en un futuro. Si durante la infancia se sintieron protegidos, seguros y respetados, aprenderán a auto proveerse emocionalmente y por lo tanto su amor propio les impedirá adentrarse en relaciones destructivas o en codependencias de pareja. Muchas veces cuando adultos, de manera inconsciente se pretende resolver lo que quedó inconcluso con los padres en la infancia a través de otros escenarios y personajes en la vida adulta.
La validación que le des se convierte en autovalidación y esa es una manifestación clara de amor propio.
La dignidad es algo intrínseco a la vida, no es algo por lo que se compita o algo que se tenga que ganar. Tu pequeño es valioso simplemente por “ser” y no por el “hacer”. Por ello es muy importante que valides su existencia, que sepa que es merecedor de la vida y de todo lo que hay en ella, que las críticas de otros no lo definen y sobre todo que es un ser único y especial. Así que debe amarse tal cual e incluso saber que aquello que no le gusta de sí mismo, podría ser parte de su más grande fortaleza. Muéstrale testimoniales de niños que lograron cosas a pesar de sus carencias.
Evita sobreprotegerlo ya que eso lesionaría su capacidad y por lo tanto su amor propio.
Algo que sustenta el amor a sí mismo es sentir que puede lograr algo o esforzarse para alcanzarlo. Si tu le resuelves todo, le estarías diciendo de manera indirecta que él no tiene la capacidad y por lo tanto se sentiría inferior e incapacitado lo cual le impediría tener un autoconcepto fuerte que sostenga su amor propio. Deja que haga esfuerzos, que intente las cosas y que se frustre un poco. Ayúdalo a manejar esa frustración acompañándolo emocionalmente y pidiéndole que pruebe nuevamente.
Escucha estos consejos para que tus hijos aprendan del amor propio en nuestro podcast.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.