Los buenos hábitos y valores se inculcan desde la crianza en la casa. En ese sentido, si te pones a analizar por un momento tu época escolar recordarás que nos decían que el agua era un recurso inagotable y por esa razón no teníamos consciencia de su uso. Con el transcurrir del tiempo esa hipótesis cambió nuestro pensamiento y también el de de los niños quienes ahora son más conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente.
Como parte de una buena educación para los niños, debes inculcarle a tu hijo la importancia de cómo amarlo y cuidarlo, tomando simples pero efectivas acciones para que el día de mañana se conviertan en adultos conscientes. De hecho, mientras más temprano empecemos con esta labor, será mucho mejor para todos. Recuerda que los hábitos se vuelven costumbre y el mejor ejemplo empieza por casa.
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Desde chicos los niños deben aprender a apreciar y proteger la naturaleza. Además, es importante que sepan que este planeta nos regala muchas maravillas las cuales están disponibles para el bienestar de todos. Si lo comprenden practicarán hábitos saludables como el reciclaje, el ahorro energético y el cuidado de los cuerpos de agua, entre otros recursos que merecen toda nuestra atención.
El planeta ha sufrido por la contaminación y la mejor manera de revertir todo ese daño es estableciendo esfuerzos colectivos para rescatar el medio ambiente. Tomar conciencia es el primer paso para hacer algo a favor, por eso es importante que los menores también lo sepan y se vuelvan proactivos.
Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' con tips para educar a nuestros hijos a cuidar el planeta:
Nunca tirar basura en la calle.
Cada residuo tiene su lugar, inclusive algunos establecimientos disponen de espacios para clasificarlos de acuerdo al tipo de material. En ese sentido, enséñale a tu hijo la forma correcta de utilizar estos puntos. Si tienes vehículo evita que tu pequeño tire la basura a la calle colocándo un basurero visible. Instrúyelo desde temprana edad que ese espacio es exclusivamente para los desechos.
Anímalo para ser voluntario y limpiar y cuidar los parques de la comunidad.
¡Motívalo (a) a colocarse la camiseta por el planeta! Sin necesidad de pertenecer a una organización, organízate para que una vez al mes vayan a recolectar residuos a un parque cerca de casa. Cuando vayan de paseo a la playa o al bosque, incúlcale que durante 15 a 20 minutos se dedicarán a explorar el lugar en busca de basura que puedan recolectar. Una forma divertida de fomentar que todo residuo tiene su lugar y que sin ellos, todo sitio luce su mejor versión.
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Motívalo a sembrar un árbol y a cuidarlo.
Los buenos hábitos se aprender en la casa, así que busca en tu ciudad o comunidad alguna organización dedicada a la reforestación. Involucra a tu hijo en una de sus iniciativas de siembra de árboles con el propósito que plante él o ella misma una especie cerca de casa. Incúlcale que durante su etapa de crecimiento deberá regalarlo, visitarlo y hasta ofrecerle un nombre. Es una experiencia que se volverá toda una aventura y que querrá ejecutar porque estará contribuyendo al ambiente.
Enseñale a donar ropa y juguetes que ya no usan.
A medida que tus hijos crecen van dejando ropa y juguetes, los mismos que van a dar al fondo del armario en el caso de las prendas o en cajas en el caso de los carros, muñecas u otro artículo. Una forma de enseñarle a compartir es regalando los que ya no usa. Para que sea entretenido, pídele que entre ambos seleccionen todo aquello que hará feliz a otro pequeño, pero que además de propiciar su alegría estará contribuyendo al cuidado del medio ambiente. ¡Su motivación será doble!
Consuman menos carne y productos animales para proteger a nuestro planeta.
Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) indicó que el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero que el sector del transporte. Estos datos son sorprendentes y nos hacen reflexionar sobre la importancia de dejar de consumir productos animales, especialmente las carnes. Puedes hablar con tus hijos al respecto e incluso mirar juntos documentales como What The Health y Cowspiracy –dependiendo de la edad de tus hijos–. Los niños y jóvenes son muy sensibles a esta información y seguramente entenderán que reducir la ingesta de productos animales en su dieta es bueno para ellos y también para cuidar nuestro planeta.
Enséñales la importancia de reciclar y reutilizar.
Muéstrale a tus hijos cómo separar los desechos que son reciclables –plástico, cartón y papel– para que sepan reducir la cantidad de basura que va a los vertederos. Otra manera de contribuir con el medio ambiente es enseñarles a reutilizar objetos que tengan alguna utilidad, e incluso hacerlos parte de sus proyectos en la escuela.
Muéstrales la importancia de desenchufar los electrodomésticos.
Los artefactos eléctricos que se encuentran enchufados utilizan algo de corriente aunque no estén encendidos. Por lo cual es recomendable que los chicos estén al tanto. Sabiendo que es preferible mantener desenchufados los aparatos que no se están usando. De este modo, le harás un favor al planeta y reducirás los costos de electricidad en tu próxima factura.
Anímalos a transportarse de manera amigable con el medio ambiente.
Evita usar el auto si es posible, optando por movilizarte en bicicleta con los chicos. Verás que resulta súper divertido, reduciendo la contaminación ambiental y practicando algo de ejercicio. Romperás la rutina con este modo de transporte ecológico tan amigable.
Incentívalos a apagar las luces.
Muéstrales a tus pequeños que deben apagar las luces de la casa que se encuentren encendidas de manera innecesaria. Al salir de un salón que nadie esté usando, es muy sencillo econonomizar energía dándole al interruptor de apagado. Serán responsables con el ahorro energético y disminuirán su consumo.
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Practiquen el tiempo justo en la ducha.
Para los niños es importante saber que el agua es un recurso natural renovable, el cual debemos cuidar al máximo. Por lo que debes mostrarles cómo asearse sin despilfarrarla, no quedándose tiempo de más en la ducha, y cerrándola mientras se están enjabonando.
Reciclen los crayones rotos.
Los crayones suelen romperse con frecuencia, pero en lugar de botarlos, dile a los niños que los guarden para realizar alguna manualidad. Otra opción es donarlos al Programa Nacional de Reciclaje de Crayones, para que los puedan derretir y convertirlos en nuevos productos que serán reutilizados.
Hidrátense con botellas de agua reciclables.
Opten por usar botellas reutilizables para el agua, las cuales tienen la ventaja de mantenerla fría y fresca. De esta manera, evitas emplear las de plástico, haciendo que disminuyan la cantidad de desechos en los vertederos. Además, hay botellas muy bonitas en distintos colores y modelos para todos los gustos.
Organicen un intercambio de juguetes.
En lugar de botar los juguetes que los niños ya no usan para comprar unos nuevos, planifica un intercambio en tu vecindario o en la escuela de los pequeños donde invites a otros infantes. De modo tal que esos juguetes viejos en buen estado tengan utilidad y tus hijos renueven los que ya tenían por otros. ¡Será muy divertido!
Ten una caja dispuesta para donaciones.
Coloca en la casa una caja destinada exclusivamente para donaciones y explícale a tus hijos que allí podrán poner todas aquellas pertenencias en buen estado que ya no usen. Independientemente de que se trate de ropa, libros o juguetes, será una buena iniciativa de ayuda al prójimo. Llévala a un centro de donaciones cuando ya hayan recolectado suficientes artículos.
Cepíllense los dientes con el grifo cerrado.
Da el ejemplo tú, mostrando a tus hijitos que cuando se cepillen los dientes, el grifo del lavamano debe permanecer cerrado. Abriéndolo únicamente al momento de enjuagarse, evitarán desperdiciar el agua que se puede emplear en otras actividades primordiales como el baño o la limpieza del hogar.
Olvídate de las pajitas o pitillos de plástico.
Cambia las pajillas o sorbetes de plástico por unos de metal que sean lavables y reutilizables. Los de plástico muchas veces no se pueden reciclar y van a dar al océano, causando un gran daño ambiental. Por lo que recomendamos crear conciencia sobre el tema, empezando por la familia.
Involucra a los chicos con el jardín.
Enseña a tus hijos a sembrar una plantita y regarla hasta verla crecer. Si vives en una casa con patio, muéstrales cómo deben cuidar el jardín, fomentando en ellos el amor por el medio ambiente. Esto hará que entiendan mejor nuestro ecosistema, mientras se acostumbran a valorar la naturaleza y sus maravillas a muy corta edad.
Convierte el compost en abono para tus plantas.
El compostaje es una manera óptima de abonar el jardín, usando restos vegetales, de alimentos y otros, para beneficio de tus plantas. Si tus chicos ya se sienten pequeños jardineros, muéstrales esta manera beneficiosa de cuidar las plantas que han sembrado con todo el cariño del mundo.
Enséñalos a usar bolsas reciclables.
Cuando vayas de compras al supermercado o la tienda, opta por llevar tu propia bolsa reusable en lugar de pedir las de plástico. Son cómodas, bellas y sobre todo muy apropiadas para la ecología. Acostumbra tenerlas a la mano y muéstrale a tus hijos las ventajas de llevarlas siempre.
Usa envases ecológicos para las meriendas.
Invierte en loncheras y cubiertos reutilizables para la merienda o el desayuno de los chicos. De esta forma contribuyes al medio ambiente. Además de ser fáciles de lavar y transportar, son una buena manera de estar conectados con la naturaleza y su preservación, evitando los que son de plástico desechable.
Opta por cambiar los cepillos de dientes por unos de bambú.
Los cepillos mayormente usados son los de plástico y por lo general no se reciclan cuando ya no sirven. Intercambiarlos por unos de bambú es una gran idea ecológica, por lo que bien vale la pena invertir en unos para toda la familia. Al momento de desecharlos, se pueden compostar para ser usados como abono.
Busca opciones para que los chicos vayan a la escuela.
Lo ideal sería que los jovencitos puedan ir caminando a su escuela, si están en edad de hacerlo y viven a poca distancia. En caso de que la casa quede lejos de donde ellos estudian, ponte de acuerdo con otros padres para compartir el viaje en auto, ahorrando tiempo, gasolina y favoreciendo el medio ambiente.
Elige comprar objetos usados en lugar de nuevos.
No todo lo que compren debe ser nuevo y de primera mano. Hay tiendas y particulares que ofrecen productos de muy poco uso, con la ventaja de ser más económicos. Muéstrale a los chicos el beneficio de las compras de este tipo, y anímalos a invertir algo de su tiempo y dinero. Verás que terminarán súper entusiasmados.
Emplea baterías recargables.
Las pilas recargables son una gran inversión para chicos y adultos. Pueden usarlas una y otra vez, evitando las pilas desechables. Especialmente los menores que usan comúnmente videojuegos, radios y otros artefactos eléctricos, pueden tomar gran ventaja de estas baterías.
Aprendan a ser creativos con las manualidades.
Si sientes que tienes un mini artista en casa, muéstrale la manera de darle un buen uso al papel, entre otros materiales reciclables que se emplean en manualidades y trabajos artísticos. Usen el papel por ambos lados y al final, forren regalos, entre otras ideas para evitar desperdiciarlo. Tu hijo y el planeta te lo agradecerán.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
