Los padres Grayson Clamp trataron de todo para ayudar a su pequeño de tan sólo 3 años a escuchar. Pero cuando un implante auditivo falló, Len y Nicole Clamp decidieron probar un método que todavía no había sido implementado en niños en Estados Unidos: un implante cerebral auditivo.
Después de que el chip fue implatado, Grayson, quien es adoptado por los Clamp desde que lo encontraron en un hogar de crianza cuando estaba recién nacido, pudo escuchar por primera vez en su vida. Un momento mágico para esta familia.
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Pero lo difícil es saber cómo se siente el niño, a esta temprana edad los niños, en general, todavía no se comunican con absoluta claridad y mucho menos si tienen una deficiencia física tan imporantante como la que padece este pequeñín.
"No sabemos exactamente cómo es esta experiencia para él", dijo Nicole Clamp. "No sabemos con precisión lo que escucha, su cerebro está tratando de organizarse para usar el sonido".
Greyson no tiene los nervios auditivos que le permiten a los humanos procesar el sonido. Luego de que el primer implate falló, los Clamp decidieron participar en una investigación en el Hospital Chapel Hill, en Carolina del Norte, donde los doctores estaban investigando el uso de este tipo de implantes en niños.
Los implantes auditivos han sido usados en adultos en el país desde 1979, pero los investigadores no los habían probado nunca antes en niños, aunque ya están aprobados para menores en Europa. El procedimiento requiere que los doctores implanten un microchip en el cerebro del paciente que los ayuda a reconocer y procesar el sonido.
La tecnología es similar a la usada en los implantes regulares, que trabajan con estimulación eléctrica en el oído, el implante cerebral usa impulsos eléctricos para estimular preferiblemente el cerebro.
Actualmente, cerca de mil personas han sido sometidas a este tipo de procedimiento con diferentes niveles de éxito, la mayoría de los receptores del implante son conscientes del sonido, lo describen como escuchar el ritmo pero no la melodía.
Para Grayson, el aparato parece estar trabajando, sus padres dijeron que levantó la cabeza cuando escuchó la voz de su padre por primera vez hace como tres semanas. "Esto ya es fenomenal para nosotros", concluyó Len Clamp quién por supuesto está feliz de que su niño tiene esperanzas de tener una vida normal gracias a este avance científico. Los Clamp son un ejemplo de tenacidad y de que el amor de un padre es capaz de mover cielo y tierra por un hijo.
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Imagen vía WRLA.com
