Los tiempos han cambiado y hoy día se sabe que tanto mamá como papá tienen un rol importantísimo en la crianza de los niños. Por aspectos culturales a veces se tiende a relegar la función de papá, considerándolo solo como proveedor económico y protector de la familia. Esta tradición lo deja fuera de las tareas que involucran la crianza, como si fuera una labor que solo le corresponde a mamá.
Sin embargo, un papá presente que participa en la crianza aporta beneficios importantes en el vínculo familiar y en el desarrollo de los niños. Así que es necesario cambiar el paradigma que los excluye y permitirles la inclusión en la educación y formación de los niños. Es por ello que aquí te hablo de los motivos por los que es importante que papá sea un padre presente en la vida diaria de tus hijos. ¡Toma nota!
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Las costumbres del pasado nos llevaban a pensar que papá tenía que ser el malo de la película, aquel al que se le pasaba el buzón de las quejas del día cuando llegaba de trabajar. El debía poner orden solo como una figura de autoridad, negándosele un rol afectivo.
Con el paso del tiempo, la modernidad y la inclusión de las madres en la vida laboral, los roles son igualitarios. Más allá de eso, las emociones y el afecto también deben serlo. Debemos borrar la falsa idea de que papá no debe involucrarse en el desarrollo emocional de los niños y aceptar la importancia de su apoyo en la crianza. Así que pon atención a esto que te comparto.
Escucha este episodio de nuestro pódcast Mamá Dice sobre por qué debes permitir que papá esté presente en la vida de sus hijos:
Cuando papá está presente muestra a través del ejemplo la importancia del trabajo en equipo.
Cuando los niños observan que papá se involucra en las labores de casa descubren que el trabajo en equipo es fundamental en la familia. Todos pueden cooperar en las actividades y tomar responsabilidades por el bien común. Cuando papá realiza tareas domésticas y no solo las funciones de proveedor, estamos fomentando la igualdad. Por lo tanto, rompemos con las costumbres basadas en una cultura machista. En fin, tus hijos aprenden a vivir en un nuevo mundo.
La espontaneidad de papá y su lado juguetón siempre serán recordados por tus niños.
A pesar de que a veces tachamos a papá de brusco y descuidado con los niños, eso es justo lo que a ellos les da la independencia y capacidad resolutoria que requieren. Es un equilibrio perfecto entre la protección y el cobijo que les das como mamá y la libertad que les da papá de reír, arriesgarse y disfrutar durante el juego sin reglas tan marcadas. No se trata de permitir la negligencia, pero sí de ser más flexible y no juzgar la relación entre ellos.
Papá no ayuda en la crianza, en realidad ejerce su paternidad.
Las madres no tenemos poderes sobrenaturales y por ello es común el agotamiento, por querer abarcarlo todo y desconfiar de la capacidad de papá para hacerse cargo. Es importante permitirle involucrarse, confiando en que puede ser un apoyo importante. Sobre todo en momentos de fatiga donde él puede tomar las riendas del cuidado del niño. Compartir el protagonismo es necesario porque hoy día la crianza es una labor de dos.
Un papá presente ayuda a desarrollar el lenguaje en los niños.
Debido a que mamá se vuelve una adivina de las necesidades de los niños, a veces las satisface sin que el pequeño haga el esfuerzo verbal para conseguirlas. Sin embargo, la participación de papá es diferente, ya que promueve la comunicación de las necesidades. Es el interlocutor perfecto que pregunta y escucha, dando el tiempo necesario para la conversación, desde una capacidad diferente de escuchar con atención.
Su apoyo en las tareas o lecturas favorece mejores resultados académicos.
Compartir las responsabilidades escolares no sólo implica dar atención a los niños. Es una buena oportunidad para conocerlos en todas sus facetas. Además, presenta una oportunidad para desarrollar empatía, paciencia y conocerlos mejor. Ambos experimentan la cercanía necesaria para que el niño se sienta respaldado, por lo tanto aumenta mucho su rendimiento escolar como consecuencia de la atención y el amor que percibe.
Los papás comprometidos con sus hijos logran que sean mucho más armónicos, dinámicos y productivos.
En el libro titulado El rol del padre, la función irremplazable, del psiquiatra K.D. Pruett, se hace referencia a un estudio que demuestra que los niños se desarrollan con una formación tendiente a la productividad y dinamismo en su vida. Son manifestaciones de la seguridad adquirida a través de la convivencia que tienen con papá. Esto sustenta bases de motivación y autoconfianza para enfrentar los retos de la vida.
Cuando papá está presente en la adolescencia de sus hijos reduce riesgos de conductas delictivas.
La adolescencia es una etapa difícil. Es muy importante la supervisión, el apoyo y el afecto de papá en un momento donde se pueden presentar conductas de riesgo y la falta de juicio para medir las concecuencias de una decisión. Según un estudio publicado por el Melbourne Institute of Applied Economic and Social Research, un padre presente en la crianza durante la adolescencia previene que los hijos se tornen delincuentes.
Un padre presente puede ayudar a evitar el abandono escolar durante la adolescencia.
Existen muchas investigaciones que sugieren la importancia de papá en las decisiones de un adolescente para permanecer en la escuela. Es una figura que motiva los logros educativos. Además, fomenta la superación, al igual que establecer nuevos retos y desafíos en el futuro. Tiende a reconocer los esfuerzos y motiva el crecimiento académico cuando el adolescente quiere abandonar los estudios.
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