Cuando preparé por primera vez la calabaza espagueti, no di crédito a mis ojos: como por arte de magia, una vez que la calabaza se hornea, con un tenedor se van desenhebrando pequeños fideos como si de una máquina de hacer espagueti se tratara. Los hilos de calabaza tienen una consistencia que me encanta: sueltecitos y crujientes a la vez. Lo mejor es que los puedes servir con cualquier tipo de salsa, como si de un plato de pasta se tratara y el consumo mínimo de calorías.
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El spaghetti squash, como le decimos en inglés a esta variedad de calabaza, es un sustituto de la pasta que estoy segura se convertirá en una fija en tu cocina como lo es en la mía.
La receta de hoy consiste en esta calabaza servida con pesto de albahaca, pero además lo puedes servir con esta salsa de carne que es otra de mis combinaciones favoritas.
Espaguetis de calabaza con pesto de albahaca
Rinde para 4 porciones
Ingredientes:
2 calabaza espagueti (spaghetti squash)
4 tazas de hojas de albahaca fresca
3 dientes de ajo picaditos
1/2 taza de nueces peladas
1/2 taza de aceite de oliva
1/2 taza de queso parmesano
Preparación:
Precalienta el horno a 350°F.
Corta las calabazas en mitades longitudinalmente. Con la ayuda de una cuchara retira y descarta las semillas.
Pon las calabazas de una bandeja de hornear y lleva al horno por 45 minutos, o hasta que las calabazas estén tiernas.
Retira del horno y deja enfriar.
Con la ayuda de un tenedor, ve raspando la pulpa de la calabaza hasta que logres retirarla toda. Descarta la concha de la calabaza.
Mientras la calabaza está en el horno, prepara una salsa pesto procesando la albahaca con el ajo, las nueces, y el aceite de oliva, en el procesador de alimentos (mejor si lo haces pulsando varias veces). Agrega el queso parmesano y pulsa varias veces.
Sirve la calabaza como si se tratara de espagueti, con la salsa pesto y un poco de queso parmesano encima.
Imagen vía Enriqueta Lemoine
