No hay cosa que me guste menos que tener que tomar medicamentos o tener que dárselos a mis hijos. Desafortunadamente, hay veces en las que son la única opción para eliminar una infección o aliviar los síntomas de alguna enfermedad–como es el caso de mis hijos que sufren de asma. Aunque siempre sigo las instrucciones de los doctores al pie de la letra, lo cierto es que soy humana y existe la posibilidad de que cometa un error. De hecho, se estima que más de 70 mil niños terminan en la sala de emergencias todos los años debido a errores que cometen los padres a la hora de suministrar medicamentos a sus hijos.
A continuación, 4 de los más comunes y cómo evitarlos:
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Sobremedicar: Presta mucha atención a los ingredientes que contiene cada medicamento. A veces uno para la tos puede que ya tenga acetaminofeno y si encima de eso le das Tylenol para bajar la fiebre a tu hijo, le estás dando una sobredosis del mismo medicamento.
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No seguir instrucciones: Muchas veces cuando vemos que nuestros hijos se sienten mejor pensamos que ya no necesitan los medicamentos que les han recetado. Pero esto es un error y para evitarlo lo mejor es seguir las órdenes del doctor al pie de la letra.
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Compartir medicamentos: Sólo porque parece que tu hija tiene los mismo síntomas que tuvo tu hijo cuando lo diagnosticaron con infección de oídos, no significa que ella tenga lo mismo. Así que no se te ocurra darle el mismo medicamento que le recetaron a tu hijo.
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Dar la dosis equivocada: No uses una cucharita común y corriente, sino la que viene con el medicamento. Además, no bases la dosis en la edad de tu hijo, sino en su peso.
Imagen vía nathansnostalgia/flickr