Admítelo, piensas que tus hijos son mejores que los míos. Son más inteligentes, más educados, más talentos, más saludable … y la lista continua. Lo sé porque yo siento lo mismo. Después de todo, es natural que los padres seamos cualquier cosa menos objetivos cuando se trata de sus hijos. Y un estudio reciente sobre las familias por el Instituto de Estudios Avanzados de la Cultura de la Universidad de Virginia demuestra exactamente eso. La mayoría de los padres piensan que a sus hijos les va muy bien: no han probado alcohol, no tienen sobrepeso ni han tenido relaciones sexuales y tienen excelentes calificaciones en la escuela–incluso cuando las estadísticas dicen todo lo contrario. Y es que para la mayoría de los padres, esos números se refieren a otros niños… no los suyos.
Pero ver a nuestros hijos de maneras poco realistas, sin embargo, no es bueno para nuestra sociedad porque nos hace menos capaces de ponernos en el lugar de otras personas y más rápidos a juzgar.
La cosa es que a la mayoría de los padres que conozco no les gusta admitir que sus hijos están haciendo nada malo porque de lo contrario, ¿que diría eso sobre las habilidades como padres? Lamentablemente, es por eso que muchos de nosotros estamos completamente sorprendidos cuando nos enteramos de cosas acerca de nuestros hijos que jamás imaginamos posibles.
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Los investigadores creen que tener una imagen demasiado optimista de nuestros hijos tiene mucho que ver con otra tendencia nacional en la que siete de cada 10 padres estadounidenses dicen que "Espero ser el mejor amigo de mis hijos cuando crezcan". Yo no comparto este deseo en lo absoluto. No estoy interesada en ser la mejor amiga de mis hijos porque soy su madre–y eso es mucho más que cualquier mejor amigo podría ser.
Aunque que mis hijos están todavía demasiado chiquitos para que me preocupe por ciertas cosas como si ellos están teniendo relaciones sexuales, tomando alcohol o fumando, voy a tratar de tener en cuenta la importancia de ser realistas en cuanto a ellos se refiere y de recordar que sólo porque no son perfectos no significa que yo haya fracasado como madre.
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