Después del trabajo de parto, es natural que las mujeres quedemos agotadas y queramos descansar. Total, lo que nos espera no es poca cosa: amamantar, cambiar pañales cada media hora, acostumbrarnos a la omnipresencia de esa nueva personita cuyos únicos medios para comunicarse con el mundo son una carita que nos hechiza y el llanto. Una recién parida nunca la tiene fácil, pero cuidado: hay que estar alertas porque descansar, por lo menos cuando estás en el hospital, te puede costar muy caro.
Carísimo fue que le costó a Tammy Van Dyke, una recién parida de Minnesota a quien en el hospital donde dio a luz le cambiaron a Cody, su bebé de horas nacido, mientras ella dormía y eso no es nada: se lo dieron a otra mamá para que lo amamantara.
Ahora en el Hospital Abbott Northwestern de Minneapolis andan dando carreras, haciéndole los exámenes tanto a Tammy como a la mujer que por error amamantó a Cody, para descartar que no tengan hepatitis o cualquier otra enfermedad, como el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, de las que se transmiten a través del amamantamiento.
¿Cómo pudo ocurrir un cambio de bebé de esta naturaleza? Evidentemente por un error humano: alguien en el hospital no siguió el protocolo de seguridad establecido y no miró que el nombre que llevaba en el brazalete de identificación coincidiera con el de su mamá.
Por fortuna, a la mujer que amamantó a Cody no le falló su instinto de madre y de inmediato se dio cuenta de que había algo "diferente" en la criatura que estaba alimentando. Revisó la etiqueta de identificación y vio que se trataba de un extraño (Cody) y no su bebé. De inmediato llamó a la enfermeras y Cody fue entregado a su verdadera mamá.
No me quiero imaginar las consecuencias que sufrirá la persona que hizo el cambio. Confiemos en que tanto Tammy como la madre que amamantó a Cody accidentalmente, estén sanas, que Cody crezca sano y fuerte y en que esto no pase de ser una anécdota.
Como no es la primera vez que estas cosas pasan y en estos casos la realidad siempre supera la ficción, mi consejo para todas aquellas mamás que van a dar a luz en un hospital, es que, salvo por razones estrictamente médicas, se queden con sus hijos y no dejen que se los lleven a la enfermería. Total, esperamos nueve meses para poder cargarlos y acariciarlos.
Imagen vía ABCNews.com