De vez en cuando te topas con una historia que te hace sonreir de oreja a oreja. Esta es una de esas. Hace más de una década, la argentina Mónica Zapotoczny tenía 31 años y quería ser madre a toda costa. Pero como le habían operado las trompas, sabía que esto implicaría tratamientos de fertilización, los cuales su esposo Guillermo Husak y ella empezaron cuanto antes. Tristemente, y a pesar de multiples intentos, ninguno de los tratamientos prosperó. Desalentados pero aún con ganas de ser padres, Zapotoczny y Husak encontraron la solución en la adopción. En el 2005, adoptaron a una niña y prácticamente se olvidaron de los tratamientos de fertilización.
Pero en el 2009, la pareja recibió una llamada–del instituto médico donde se habían llevado a cabo los tratamientos–recordándoles que todavía quedaban siete óvulos.
Sin pensarlos dos veces, Zapotoczny y Husak regresaron al instituto para ver si esta vez el tratamiento funcionaba. Aunque les dijeron que sería difícil ya que había pasado mucho tiempo desde que los óvulos habían sido congelados, existía una posibilidad que Zapotoczny quedará embarazada … una posibilidad que se hizo realidad en el 2011 y que concluyó con el nacimiento de las mellizas Mercedes y Guadalupe en enero de este año.
Este es el primer caso en el que una mujer logra quedar embarazada y da a luz con óvulos que fueron congelados hace mas de una década atrás. Esto es una gran noticia para aquellas mujeres que sufren de cáncer y tienen que posponer la maternidad, tal y como le dijo Zapotoczny a la prensa argentina:
Fue un milagro. La alegría que siento es indescriptible, nuestra familia está completa. Espero que esto le de la esperanza a otras mujeres que congelan sus óvulos de que sus sueños algún día pueda hacerse realidad.
Aunque los nuevos padres–que hoy tienen 45 años–aseguran que los tres primeros meses con las mellizas no fueron fáciles, están extremadamente agradecidos y describen su vida como "hermosa". Y tienen toda la razón.
Imagen vía Nina Mathews Photography/flickr
