En mi casa casi no se ve televisión. No nos suscribimos a ningún servicio de cable o satélite, por lo que solamente podemos ver los canales disponibles por medio de una antena normal, común y corriente. No voy a decir que no vemos tele nunca, porque eso sería mentira, pero por lo general es uno que otro programa infantil. Pero sé que este no es el caso en todas las familias. Y aunque seguramente ya sabes que permitir que los niños se sienten frente a la tele por largas horas todos los días no es bueno, tal vez no sabías que tampoco es bueno que la tele esté prendida todo el tiempo en tu casa aún cuando tus hijos no la están viendo.
Un artículo publicado hoy en línea en Pediatrics habla acerca de varios estudios recientes que han comprobado que hay una conexión entre tener la tele prendida y problemas a la hora de jugar, problemas con el desarrollo cognitivo y menos interacciones de calidad entre padres y niños, aún cuando tus hijos no están sentados frente a la pantalla.
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Lo más preocupante del caso es que los investigadores encontraron que eso de tener la tele prendida aunque nadie la esté realmente viendo es bastante más común de lo que te imaginas. Según uno de los estudios, el niño promedio en Estados Unidos está expuesto a televisión de fondo casi cuatro horas diarias. Desafortunadamente, la cantidad de horas aumenta dependiendo de la situación económica de una familia (cuanto más baja más horas de televisión), su raza y si hay dos padres o sólo uno.
Además, el estudio encontró que cuanto más chico el niño, más exposición a la televisión de fondo. Me imagino que debe ser porque los padres de bebés que todavía no interactúan con uno se sienten acompañados con el ruido de la tele.
Así que si tu eres una de esas mamás a quien le gusta tener el televisor prendido todo el día aunque nadie lo esté viendo, te recomiendo que lo apagues en este instante. Tal vez sería una buena idea reemplazarlo por un poco de música… ¡esa sí que no le hace daño a nadie!
Imagen vía wonderlane/flickr
