Hace poco hablando con Gabriela Casanas, una amiga psicoterapeuta, me comentaba como cada vez más estudios demuestran que la causas del cáncer no son solo hereditarias, externas o físicas. Por el contrario, me explicaba, lo que demuestran los estudios es que en muchos casos el cáncer puede ser producto de factores emocionales.
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Científicos que han estudiado la personalidad de pacientes con cáncer han encontrado algunos rasgos distintivos incluyendo:
1. Son muy conscientes, atentos, respetuosos, responsables trabajadores, y por lo general de una inteligencia superior a la media.
2. Exhiben una fuerte tendencia a llevar las cargas de los demás. Con frecuencia cargan con obligaciones y se "preocupan por los demás".
3. Sienten una profunda necesidad de hacer felices a los demás, de "complacer a la gente" y tienen una gran necesidad de aprobación.
4. A menudo no tienen relaciones cercanas con uno de sus padres, o con ambos, lo que a lo largo de sus vidas se traduce en la falta de cercanía con el cónyuge u otras personas que, normalmente, estarían cerca .
5. Han reprimido sus emociones tóxicas (como la ira, el resentimiento y la hostilidad) por largo tiempo. La persona con cáncer es más susceptible a internalizar esas emociones y tiene grandes dificultades para expresarlas.
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6. Reaccionan negativamente frente al estrés, y a menudo son incapaces de responder adecuadamente a ese estrés. Por lo general, experimentan un evento especialmente perjudicial alrededor de 2 años antes de la aparición de cáncer detectable. La persona no es capaz de hacer frente a esta situación traumática o serie de eventos, que se presentan como una "última gota" o la gota que rebasó el vaso.
7. Son incapaces de resolver los problemas y conflictos emocionales profundos que por lo general comienzan en la infancia, a menudo ni siquiera son conscientes de su presencia.
Lo que me explicó Gabriela es que el estrés importante y/o las tragedias personales se combinan con la personalidad subyacente para afectar el cuerpo y allí donde las células cancerosas comienzan a multiplicarse… Esto fue lo que comprobó el médico alemán Dr. Ryke Geerd Hamer luego de examinar a 20 mil pacientes con cáncer.
Todos esos pacientes tenían algo en común: habían algún tipo de conflicto psico-emocional, antes de la aparición de la enfermedad, y nunca lo resolvieron por completo. Tal fue la magnitud de este hallazgo, que ahora el Dr. Hamer recomienda incluir la psicoterapia como una parte importante del proceso de curación y se encontró que cuando se resuelva el conflicto específico, las células cancerosas dejan crecer.
Creo que lo importante para nosotras como mamás, mujeres y seres humanos, es que entendamos lo importante que es aprender como canalizar nuestras emociones y superar la ira, la frustración, el resentimiento, o cualquier emoción negativa. Y si no podemos hacerlo nosotras mismas, entonces busquemos ayuda profesional.
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