A la mamá de Maickel Melamed los médicos le dijeron que su hijo jamás podría caminar. Después de un duro y complicado trabajo de parto, porque el cordón umbilical estaba asfixiando al niño por nacer, Maritza Trujillo de Melamed recibió la horrible noticia de que su bebé tenía un severo retraso motor y que sería una masa inerte sin posibilidad de movimiento. Peor aún, le dijeron que probablemente moriría en siete días.
No se qué hubiera hecho yo con un diagnóstico de esa naturaleza. Pero lo cierto es que la mamá de Maickel no se rindió y logró derrotar los pronósticos de la ciencia, demostrando que la perseverancia y la fe sí son capaces de mover montañas. Ni te imaginas lo que logró este hombre, que ahora tiene 38 años, gracias a una férrea fuerza de voluntad y el apoyo de su familia.
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Maritza se negó a aceptar esa sentencia de muerte en vida y__, con el apoyo de toda la familia, resolvió que el niño enclenque y desvalido no sería alguien "especial".__ Lo trataron como a uno más. Le dieron confianza y sobre todo mucho amor y con las terapias adecuadas, Maickel comenzó a moverse.
No sólo logró caminar, sino que se graduó de economista y también de psicoterapeuta, se convirtió en coach y se ha dedicado a inspirar a individuos y comunidades. Para probarse a si mismo que "si lo sueñas, puedes hacerlo realidad", ha practicado deportes extremos como el parapente, paracaidismo, buceo, montañismo y ahora el atletismo.
Como si eso fuera poco, ell venezolano de 38 años también ha corrido en los maratones de Nueva York, que corrió en 2011; y el de Berlín, que corrió en 2012. Su última hazaña fue el maratón de Chicago, que completó este año, ante un atónito público de más de un centenar de personas, que lo recibió en la meta, después de un esfuerzo titánico de 17 horas.
Este fin de semana volvió otra vez al maratón de Nueva York, esta vez apoyándo a otros, lo que ha descrito como una experiencia igual de valiosa. Y además aprovechó su estdía en la Gran Manzana para dar una charla de motivación al equipo de fútbol neoyorquino de los Cosmos.
Cuando nació, nadie apostaba por su vida y casi nadie creía en su futuro. Pero Maickel Melamed decidió creer en sí mismo. Gracias Maickel por seguir inspirándonos, porque sí se puede, porque querer es poder y por enseñarnos que la fe mueve montañas…
Imágenes Maickel Melamed/Facebook