Ni te imaginas cuál es la parte de tu cuerpo que envejece más rápido ¡Susto!

Siempre me hace mucha gracias cuando los científicos descubren el agua tibia. Me refiero a que a veces corroboran con sus experimentos algo que nosotras ya sabemos. La última novedad de los expertos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) es que nuestros senos envejecen más rápido de lo que desearíamos y más rápido que otras partes de nuestro cuerpo.

Nada nuevo bajo el sol. Lo que sí es novedoso es lo que están inventado ahora para controlar y detener ese envejecimiento prematuro. Sigue leyendo para que veas que hay esperanza…

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Es un hecho. Los investigadores han comprobado que el tejido mamario envejece más rápido que el resto del cuerpo. Tan sencillo como que suele ser dos y tres años más "viejo" que nuestra edad cronológica, cuando se trata de mujeres sanas.

Cuando se trata de pacientes con cáncer de mama, por ejemplo, el envejecimiento del tejido sano es aun mayor: tanto como 12 años más que la edad cronológica. Los resultados podrían explicar por qué el cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres.

Lo interesante de este descubrimiento no es que, como dije al principio, hayan descubierto el agua tibia. Lo importante de este hallazgo es que ahora un equipo de especialistas en genética humana de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Salud Pública de UCLA están enfocados en comprender qué acelera ese envejecimiento y cómo hacerlo más lento.

Lo que están buscando ahora es crear una especie de reloj biológico que compara la edad cronológica con la de los distintos tejidos del cuerpo. Lo que se busca es comprender mejor cómo se envejece y cómo ralentizar ese proceso. Sé que suena complejo. Por ahora los científicos están trabajando en eso y los resultados no se harán esperar. Los nuevos estudios involucran la utilización de células madre que podría retroceder el reloj biológico del cuerpo a cero.

Sé que suena a película de ciencia ficción pero no lo es. La ciencia médica está ahí y la capacidad creadora del ser humano es infinita. Estoy convencida de que más temprano que tarde nos dirán qué hacer, si no para beber de la fuente de la eterna juventud, para envejecer más lentamente.

Imagen vía Thinkstock