Estos niños podrían estar en la calle, con sus caritas al viento y haciendo cualquier cosa para sobrevivir; pero, gracias a la música la historia es otra. La Fundación Esperanza Azteca realiza una labor que conmueve hasta las lágrimas. Gracias a una red nacional de orquesta infantil y juvenil, más de 13.000 niños de escasos recursos en la República Mexicana encontraron un refugio donde canalizar su talento por la música. Entre lecciones de instrumentos, ensayos y demás actividades, estos menores ocupan su tiempo en algo que los apasiona y que a su vez los ayuda a alejarse de vicios como las drogas, el alcohol y otras desviaciones que van de la mano con el ocio. ¿Qué mejor manera de ocupar su día a día?
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La fundación coordina un total de 55 orquestas que funcionan en todo México y una en El Salvador, poniéndole una nueva cara a la vida de muchas almas desprotegidas, a través de su formación personal. Veamos lo que nos dijeron algunos de los jóvenes músicos.
Esperanza Azteca se presentó en la ciudad de Nueva York hace pocos días y me considero afortunada de haber estado ahí, presenciando en vivo la destreza de esta orquesta juvenil. ¡Si vieran qué hermoso tocan! Y cuando uno conversa con sus integrantes se da cuenta de que no hay barrera que el arte no supere.
Ana Beatriz Huesa, de 16 años, viene de la localidad de Tabasco y pertenece a la orquesta desde hace 2 años. "Yo no sabía nada de música. Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Es un proyecto social para que los niños no estemos sin nada que hacer en nuestras casas y la mayoría de niños que acabas de ver tocar empezaron en la orquesta sin saber nada de música.", expresa la jóven a MamásLatinas. "Lo que queremos hacer es que todos los niños de México quieran estar con nosotros", asegura Huesa en su primer viaje con la organización.
El maestro venezolano José Antonio Abreu es la mayor inspiración para Esperanza Azteca, porque desde hace años existe en Venezuela este proyecto impulsado en el Sistema Nacional de Orquestas infantiles y juveniles, que hoy en día involucra a cerca de 300 mil jóvenes músicos.
Así me contó Miguel Alberto Guzmán, un adolescente mexicano de 17 años que representa al Estado de Puebla, a quien le cambió la vida desde que forma parte de la organización. "Escuché en la Televisión sobre la convocatoria de una orquesta de niños, exactamente hace 4 años. Me interesé porque tenía ese gusto por la música y pensé que esta era mi oportunidad. Yo tocaba la guitarra pero algo muy lírico. Entonces ésta orquesta empezó a crecer y fue cuando me di cuenta que yo quería estar aquí."
El tiempo ha transcurrido y para Miguel, como para tantos otros niños, el esfuerzo invertido en este proyecto ha valido la pena, "Ha sido una experiencia inexplicable, es algo único porque haces lo que te gusta y todavía conoces lugares, viajas, estás con la gente que quieres. Cuando estás acompañado por la orquesta y la gente aplaude es algo irrepetible. Cada vez es más la experiencia y eso hace que crezca mi amor por esto", asegura Guzmán.
Tal ha sido la influencia que ha recibido de la orquesta, que el muchacho está considerando dedicar su vida a la carrera musical. "Yo pienso ser músico, quiero estudiar dirección coral porque mi sueño es viajar a muchos lugares haciendo música" me ha dicho Miguel, !imagínense!
Después de escuchar estos bellos testimonios y de verlos tocar en directo, puedo entender por qué los invitaron a participar en la ceremonia de cierre de la Clinton Global Initiative, del ex Presidente Bill Clinton, entre otros eventos memorables. Y entre tantas noticias malas, hay una que te arranca una sonrisa y te alegra el alma. Nada mejor que ver rostros de niños felices, porque en ellos se resume toda la alegría del planeta y toda la esperanza que es lo que justamente le da nombre a esta orquesta.
Escúchalos aquí:
Embedded content: http://youtu.be/MG0zfBVzAsk
Imagen vía Orquesta Esperanza Azteca/ Griseida Díaz
