Una de las preocupaciones más grandes que tenemos las mujeres es la pérdida del cabello. Aunque tradicionalmente este es un problema de los hombres, la alopecia cada vez pega más a las mujeres por diversos factores, ya sea el estrés, la contaminación, los embarazos o el agua con químicos.
Por fortuna, hay formas de reparar el daño y volver al buen camino…
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Suelta tu cabello: Tener el cabello amarrado con banditas lo maltrata mucho y hace que se quiebre con más facilidad. Mientras más lo hagas, es posible que más se debiliten las raíces. Procura tenerlo suelto la mayor parte del día o sólo amarrarlo en ocasiones especiales si ya tienes problemas de caída.
No lo laves diario: Aunque tengas el cuero cabelludo un poco grasoso, es mejor no lavar el cabello diariamente. Tanto producto químico lo daña y el agua caliente no es buena para el cuero cabelludo. Hazlo un día sí, y al otro no.
Relájate: Fumar, vivir estresada por cualquier motivo, tomar poca agua y una dieta basada en comida rápida es posible que se refleje en tu cabello. El estrés es uno de los factores más constantes en las mujeres que pierden el cabello. Comienza a ir a clases de meditación y aprende a dejar ir eso que te molesta, a menos de que quieras volverte calva.
Aloe vera: Corta una hoja de aloe vera a la mitad y saca la pulpa con ayuda de una cuchara. Vierte todo en un recipiente y mézclalo con tu champú. Lávate el cabello con esta mezcla como lo haces normalmente. Yo hago esto todos los meses porque mi cabello comenzó a caerse mucho cuando me mude a Nueva York. Me ha funcionado muy bien.
Leche de coco: Es un remedio casero muy usado por mis amigas. Lava tu cabello 1 vez a la semana con leche de coco. Úsalo como si fuera champú. Te lo deja hidratado ¡y va a oler delicioso!
Hojas de guayaba: Hierve un bonche de hojas de guayaba en un litro de agua hasta que el agua se pinte. Quedará un agua un poquito oscura. Úsala cuando te metas a bañar y échatela sobre el cabello como si fuera el champú. Hazte un masaje en el cuero cabelludo con ayuda de tus yemas mientras lo aplicas. Enjuaga con agua tibia. Repite 2 veces por semana.
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