
El príncipe William y Kate Middelton presentaron hoy su bebé en la puerta del hospital St. Mary's en Londres, envuelto en una mantita color crema, que le cubría la carita y le protegía de las decenas de personas que querían darle la bienvenida a este mundo.
El bebé salió primero en brazos de su mamá, la duquesa de Cambridge, quien enfundada en un veraniego vestido azul claro, se veía increíblemente bien. Su cara, con el típico cansancio de una nueva mamá, pero radiante de felicidad. "Es un momento de mucha emoción", dijo la princesa.
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Luego, Kate le dio al bebé a William, quien conversó brevemente con la prensa, expresando su felicidad por el momento. "Es un momento muy especial", dijo el segundo en el trono del Reino Unido. Cuando se le preguntó a quien se parecía el niño respondió: "Tiene los labios de ella, afortunadamente".
"Tiene unos buenos pulmones", siguió describiendo el príncipe. "Es un niño grande y pesado y estamos discutiendo el nombre. Estamos trabajando en eso…Tiene más pelo que yo, Gracias a Dios", dijo en chiste.
El bebé parecía estar medio despierto, levantaba los bracitos y se frotaba los ojos con sus puñitos. Posteriormente, la pareja volvió a entrar al hospital y salió minutos después con el niño en una silla de carro, que el papá enganchó en su base en una camioneta. La princesa se sentó atrás con el bebé. Adelante iba un guardaespaldas y con él, William al volante se fueron hacia el palacio de Kensington, su casa en Londres.
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Te voy a decir que me impresionó muchísimo la destreza del príncipe con el bebé y la silla. Me acuerdo que las primeras veces no fue fácil enganchar la de mi hijo mayor, pero William lo hizo como si nada. Tampoco titubeó a la hora de cargar al niño, parecía que estaba acostumbradísimo a tenerlo en los brazos en público.
Ahora sólo queda esperar que nos digan cómo es que lo van a llamar. Yo creo que ya saben, pero están siguiendo una tradición. Todos los padres pasamos horas decidiendo nombres cuando estamos embarazados. No creo que ellos hayan sido una excepción, así que ¡ándele, no nos hagan esperar más!
Imagen vía BBC