El pequeño Jack Michael Foley tenía tan sólo 4 días de nacido cuando tuvo que ser sometido a una operación que le salvaría la vida. El niño n__ació con una condición médica que no permite que parte del corazón se desarrolle__ por lo que los bebés que la tienen suelen morir antes de cumplir 10 días de nacidos. Después de la primera operación, Jack tuvo otra a los 4 meses y si lo vieras hoy a sus casi 2 años jamás sabrías que tiene sólo medio corazón si no te lo dicen.
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Y es que el pequeñito hace las mismas cosas que hace cualquier niñito de su edad y tiene la misma energía o más. Aunque sus padres no pueden negar su asombro, ambos dicen que su hijo demostró su fuerza y sus ganas de vivir desde el primer día.
Rob y Lauren Foley se enteraron que el corazón de su hijo no se estaba desarrollando adecuadamente cuando Lauren tenía cinco meses de embarazo. La pareja se preparó para lo peor y Jack nació en abril del 2011 con un peso saludable y unos pulmones que dejaron claro que estaba vivo. Diez días después de su primera operación a corazón abierto, Jack fue dado de alta desafiando todos los pronósticos negativos que se tenían a causa de su condición.
Lamentablemente, al pequeñito todavía le falta por lo menos una compleja operación más antes de que pueda recibir un trasplante de corazón en su adolescencia.
No me imagino ni por un minuto lo que debe ser tener un hijo enfermo y tener que vivir con la incertidumbre de no saber si su situación empeorará repentinamente. Por eso es que todos los días le agradezco a Dios el que mis hijos estén sanitos y pido que sigan así. Los que tenemos hijos saludables tenemos tanto que agradecer, pero muchas veces lo olvidamos.
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