Mi hermano menor estuvo en los Boy Scouts durante varios años y todavía recuerdo cuánto le gustaba. Mi hijo es todavía demasiado pequeño para participar, pero mi marido y yo hemos hablado acerca de apuntarlo cuando sea suficientemente grande. Pero estaría mintiendo si dijera que el informe del diario Los Angeles Times que revela una triste cifra de caso tras caso de abuso infantil repetido dentro de los Boy Scouts no ha tenido un impacto muy bueno en cuanto a mi manera de ver a esta organización americana tradicional.
Después de revisar más de 1.200 archivos confidenciales desde 1970 hasta 1991, el periódico encontró más de 125 casos en los que a hombres sospechosos de abuso sexual presuntamente se les permitió continuar en la organización.
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Lo que es aún más impresionante es que en al menos en 50 casos, la organización expulsó a presuntos abusadores, pero estos hombres lograron de alguna manera volver a entrar en la organización–usando identidades falsas o aprovechándose de errores en los archivos–y fueron acusados de abusar sexualmente de nuevo. En un caso en particular, un jefe de tropa en Indiana declarado culpable de abusar de un adolescente en 1970, no tuvo problemas liderando dos tropas en Illinois desde 1971 hasta 1988. Más tarde confesó haber agredido sexualmente a más de 100 niños y finalmente fue sentenciado a 100 años de prisión.
Sinceramente odio leer noticias como estas. Si bien entiendo que el abuso sexual infantil es la excepción a la regla en los Boy Scouts, es muy desalentador darse cuenta que en muchos casos se hizo muy poco para detenerlo, incluso después de que muchos de estos hombres fueron incluidos en listas negras. Los llamados "archivos de la perversión"–que los Boy Scouts han tratado de mantener confidenciales para proteger a las víctimas, testigos y cualquier persona acusada falsamente–deberían haber creado una barrera, pero parece que era una llena de agujeros.
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Lo más loco (y más hipócrita) es que hace tan sólo hace unas semanas, los Boy Scouts reafirmaron enfáticamente su prohibición de los homosexuales que, para muchos, es divisivo, obsoleta y prácticamente promueve la intolerancia; sin embargo, la organización pareciera no tener problemas con los abusadores de niños. Creo que voy a tener que pensar seriamente mi decisión de apuntar a mi hijo para los Boy Scouts.
¿Qué piensas de este reporte? ¿Y de los Boy Scouts? Déjanos un comentario con tu opinión.
Imagen vía anja_johnson/flickr