Belleza natural: 5 remedios caseros para que el cabello te crezca en un dos por tres

No sé si te ha pasado que de repente te haces un nuevo corte de cabello y no hay nada que desees más que volver a tener tu melena larga. Tranquila que no eres la única. Hace poco me puse en las manos de mi estilista, le dije que quería que me cortara las puntas pero a él se le ocurrió la brillante idea de hacerme un corte en capas: una fatalidad para alguien con el cabello rizado, que detesta la más mínima onda y que además vive en el húmedo clima del sur de Florida.

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Sin nada más que hacer, sino armarme de paciencia, decidí poner en práctica algunos remedios caseros, de mi abuela, por supuesto, de mi propia cosecha e intentar con un truquito que me dio una amiga mexicana, para acelerar el crecimiento del cabello. Creo que voy por buen camino y por lo mismo comparto mis secretos contigo:

Recógete el cabello en una cola de caballo o moño. La idea es que estires el cabello y te hagas la cola. La estirada ayuda a que crezca. En lo personal, me encanta hacerme un moñito de bailarina, o cebollita como le decía mi abuelita,  Esto último no es otra cosas sino el clásico chignon de los franceses y créeme: ese acto de estirar, prensar y entorchar el cabello también tiene un efecto alargador que hace que el cabello crezca.

Aliméntate adecuadamente. Somos lo que comemos, así que el exterior reflejará lo que nos llevamos al interior. Para tener un cabello saludable y que por tanto crezca rápidamente, lo más recomendable es que ingieras alimentos que contribuyan a lograr ese objetivo. Siempre escuché que nada como el germen de trigo, el yogur y la miel para fortalecer el cabello. Prueba incluir en tu desayuno la siguiente receta: en una taza de yogur natural sin azúcar, mezcla una cucharada de germen de trigo, una cucharada de levadura de cerveza, una cucharada de lecitina de soja y endulza con una cucharada de miel. Verás resultados en menos de lo que canta un gallo.

No te olvides de la clásica infusión de romero. Crecí viendo a mi abuela paterna, quien tenía una hermosa cabellera negro azabache, enjuagándose con agua de romero. Para ello, hervía el romero en rama, dejaba enfriar esta infusión que luego colaba (descartaba las hojas y palitos) y guardaba en una jarra en el refrigerador. Luego, usaba el líquido para darse el último enjuague, en lugar de usar acondicionador, cuando se lavaba el cabello.

Agua de tuna o nopal. Este remedio me lo dio una amiga mexicana. No lo he probado pero a ella se lo dio su abuelita, así que ha de ser bueno. Para ello, se abren las hojas (pencas) de nopal (cactus o tuna) y se las deja en agua toda la noche para que suelten la baba. Al día siguiente, te enjuagas la cabellera con esa baba y santo remedio.

Agua de sábila o aloe vera. Haz lo mismo que con el nopal. Ya es sabido que la sábila es una planta milagrosa.

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