La pequeña Haylie Howe tenía tan sólo un añito cuando los doctores le dijeron a su mamá que padecía de una malformación cerebral que podía acabar con su vida. La extraña condición cerebral, conocida como malformación de la vena de Galeno, impide que ciertas áreas del cerebro reciban suficiente sangre mientras que a otras áreas las inunda. El corazón termina trabajando de más y la mayoría de los bebés que nacen con esta condición mueren a causa de insuficiencia cardíaca.
Pero gracias a la determinación de su madre, Haylie tuvo la suerte de encontrarse con Alejandro Berenstein, un doctor de origen mexicano que lleva años trabajando en una cura, y el jueves pasado declaró que la niña de 6 años estaba curada.
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Ya me imagino la emoción y la alegría que debe haber sentido Lisa Hribal cuando el Dr. Berenstein la llamó al quirófano para decirle que Haylie ya no tenía la malformación cerebral. Después de cinco años de angustia y varias operaciones, estoy segura que escuchar al doctor decir que su hija estaba curada debe haber sido el mejor momento de su vida para esta madre.
Lo más increíble del caso es que el 98 por ciento de los bebés que nacen con esta malformación no sobreviven su primer año de vida. Por lo general, mueren a causa de insuficiencia cardíaca y nadie se puede explicar por qué. Hribal siempre supo que algo andaba mal con su hija Haylie al ver que no se desarrollaba como era debido. Además tenía venas azules visibles en su cara. Pero los doctores le decían que todo estaba bien.
Cuando Haylie cumplió un añito y todavía no podía sentarse solita, su madre decidió que no se daría por vencida hasta encontrar qué era lo que afligía a su hija. Esto demuestra que nadie conoce a un hijo como una madre y que la perseverancia es una de las cualidades más importantes que debe poseer una madre. ¡Qué bueno por esta ejemplar mamá y su linda hijita!
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