Bebito cuenta su historia en un blog antes de partir

Pocas veces lloro, y no recuerdo hace cuanto una noticia no me movía mi corazoncito. Bueno o malo, hoy lloré como niña al enterarme de la historia de un pequeño bebito y cómo sus papás le rindieron tributo. La familia Stout escribió en un blog la corta vida de su pequeñito vista a través de sus ojos.Tyler y Mandy Stout comenzaron a bloggear unas semanas antes del nacimiento de Marshall, hasta el día en que terminó su viaje con nosotros.

"Logré llegar a casa. Sólo que no es la que originalmente estaba esperando. ¡Éste es una casa mucho mejor! No existe el dolor, ni tristezas y ahora espero con ansias ver a mis papás, mi familia y mis amigos cuando se unan a mí pronto", es una de las publicaciones que el pequeño Marshall hizo a través de las manos de sus padres.

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A través del blog, supimos que Marshall nació con tan sólo 27 semanas, y aunque llegó a este mundo pesando sólo 14 libras y midiendo 10 pulgadas luchó contra todas las apuestas a que no lo haría. Enseñándonos y recordándonos de paso lo frágil y temporal que es nuestra vida.

En lo que no se puede descubrir como algo más que una maravillosa forma de afrontar el dolor y las dificultades, la familia Stout buscó y encontró esperanza en un capítulo de su vida que pocos llegamos a comprender.

"La esperanza, la VERDADERA esperanza no sólo puede ser la esperanza en que sucederán cosas buenas – ese tipo de esperanza es fácilmente aplastada cuando las cosas buenas no suceden, como lo que ahora les pasa a mis papás. La verdadera esperanza es siempre esperar por algo mejor, mientras esperamos a través de lo peor. Por ejemplo, mis papás esperaban que yo hubiera vivido (lo que ellos creían que era el mejor camino), pero también sé que ellos seguirán teniendo esperanza en que algún día estaremos juntos y para siempre".

El blog fue originalmente hecho con la intención de informar a amigos y familiares sobre el progreso de Marshall. Sin embargo, encontraron que su dolor fue compartido no sólo por aquellos cercanos, sino por muchos otros que como yo, sintieron la pérdida.

"Me desconectaron de la máquina, y colocaron mi frágil cuerpo en los brazos de mi madre. Mis papás parecían afectados. Mis enfermeras y mi doctor parecían afectados. Hice lo mejor que pude para confortarlos" Marshall publicó el día de su partida, el 4 de marzo.

Cuando nos enfrentamos por primera vez a la muerte de un ser cercano y querido, todos aquellos que hemos estado en esa posición experimentamos una especie de inmovilidad. Es como si tu universo estuviera en pausa por un instante y cuando parpadeamos, notamos que el mundo siguió moviéndose y que nosotros seguimos en él.

La maravillosa historia de Marshall queda impresa como testimonio del amor tan grande de sus padres y de todos los que se sienten identificados con su dolor. Creo que escribir es una forma constructiva de duelo y que mejor forma de hacerlo para la familia Stout que atravesar ese momento siendo apoyada por miles de personas, inclusive desconocidos.

Mi papá solía contar un cuento de Eduardo Galeano que me recordó al pequeño Marshall. El cuento decía que el mundo era un mar de fueguitos. "Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarles sin parpadear,y quien se acerca, se enciende."

Imagen vía familia Stout