La agonía de una madre: ¿La vida o las piernas de su hija adolescente? (VIDEO)

Cada vez que mi esposo y yo vemos una película con alguien que pierde su independencia tras un accidente o enfermedad surge la discusión de si vale la pena vivir así. Siempre terminamos rogando para que nunca estemos en esa situación, pero la pobre Donna Schulke tuvo que tomar la decisión por su hija de 18 años, quien sólo podría sobrevivir una misteriosa enfermedad si se le amputaban las dos piernas.

Lo peor es que Tabitha Schulke, la hija, se enfermó de repente y sin mayor explicación. En la mañana del pasado día de Acción de Gracias, comenzó a sentirse como si tenía el flu. Poco después se le fueron poniendo morados los pies. Camino al hospital sufrió un paro cardíaco.

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Esta admirable madre se despidió 12 veces de su hija, mientras iba sufriendo de fallas en los diferentes órganos, hasta que los cirujanos le propusieron la amputación. El problema es que la infección había sido tan devastadora, que no se sabía en qué estado iba a quedar la chica o si iba a poder levantarse de una cama. Hasta los médicos tenían dudas de si valdría la pena.

"Para salvarla la condenamos a una vida de minúsvalía", dijo al diario The Oregonian, el cirujano Andrew Michaels, jefe del equipo de siete cirujanos que la operó por más de ocho horas. "Cuando (Tabitha) se despertó le pedí que me perdonara".

Si el médico pensaba así, qué decir de Donna, que encima debió cargar sola con la situación y decidir qué hacer por su hija sin la participación del padre, quien no está involucrado en sus vidas. ¡Qué duro¡ Sin embargo, en una entrevista con el periódico esta valiente madre explicó que después de mucho rezar decidió que "todo estaría bien si el espíritu de Tabitha permanecía intacto".

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Después de pasar 82 días en el hospital, la joven recién fue dada de alta la semana pasada.  Después del terrible shock y muchas recriminaciones, Tabitha le ha dicho a su madre que tomó la decisión adecuada. ¡Qué alivio! y aunque pasará muchas dificultades por la ausencia de sus piernas, la chica está decidia a aprovechar la vida al máximo.

No era para esperar menos, la enfermedad la atacó después de pasar un día repartiendo cestas de comida a los necesitados, con un grupo de voluntarios de su iglesia. Tabitha aún sueña con ir de misionera a ayudar a comunidades pobres ¡Se ve que la fortaleza y el gran corazón abunda en su familia!

Imagen vía ABC news