Aunque yo tuve la suerte de quedarme en casa por más de dos años con mi primera hija y casi un año con mi segundo hijo, puede entender perfectamente bien lo difícil que debe ser regresar a trabajar cuando tu bebé tiene sólo unos meses de nacido. Seguir amamantándolo es lo ideal en estas situaciones, pero definitivamente no es fácil. Por suerte, la mayoría de las compañías entienden la importancia de la lactancia y se aseguran de permitir que las mamás que están amamantando tengan lo que necesitan para poder sacarse la leche mientras están trabajando.
A continuación, algunos consejos para mamás que amamantan que tienen que regresar al trabajo:
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Asiste a una clase de lactancia donde le podrás hacer preguntas específicas a los expertos.
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Trata de no sacarte la leche con una bomba de succión durante las primeras semanas ya que lo ideal es que primero establezcas una rutina con tu bebé.
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Practica con la bomba de succión por lo menos un par de semanas antes de que regreses a trabajar. No todas las bombas funcionan igual y, a decir verdad, succionar la leche de tus pechos no es tan fácil como parece. Pero una vez que te acostumbras, no será complicado.
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Usa sólo recipientes o bolsas diseñadas específicamente para almacenar leche materna.
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Antes de regresar a trabajar–o antes de dejar de trabajar para ir a dar a luz–averigua qué es lo que ofrece tu compañía para madres que están amamantando. Recuerda que hay leyes que te protegen.
Imagen vía thebone/flickr
