En una época en la que te tildan de abusadora infantil si osas darle una nalgada a tu hija porque se está portando mal, me parece increíble que una mamá se atreva a admitir que sus hijos se portan bien porque tienen miedo de que les pegue para disciplinarlos. Shona Sibary, una mamá inglesa de cuatro hijos, ha escrito un artículo para el diario Daily Mail en el que confiesa sin pelos en la lengua que ha cacheteado a su hija de 14 años cuando le ha faltado el respeto y que no le ve nada de malo.
A mi me parece que darle una cachetada a un adolescente es ir muy lejos, pero mis hijos son chicos todavía y quién sabe cómo reaccionaría si me tiran la puerta de su cuarto en la cara mientras les estoy hablando–como hizo la hija de Sibary recientemente.
Hay gente que está totalmente en contra del castigo corporal y entiendo su punto de vista. Pero hay otras personas, como yo, que crecieron con este tipo de disciplina y no la ven como algo malo. Muchas veces una nalgada inesperada puede enseñar una lección mucho mejor que tratar de razonar con un niño de 4 años. Ahora, cabe aclarar, que estoy hablando de nalgadas y no de abuso infantil.
Entiendo lo que Sibary dice acerca de que sus hijos le tienen miedo y es por eso que se portan bien porque yo también le tenía miedo a mi mamá–aunque más miedo le tenía a mi papá. Pero no era miedo a que me hicieran daño, sino miedo a decepcionarlos.
Aunque no estoy de acuerdo con todo lo que dice esta mamá, al igual que ella pienso que muchos de los padres de mi generación han perdido el control total de sus hijos y es por eso que muchos de ellos no tienen ni modales ni disciplina. ¿Será que estamos haciendo algo mal?
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