Si crees que la marihuana médica no sirve o que debería ser prohibida, es muy posible que la historia que te voy a contar te haga cambiar de opinión. Alex Echols, un niño autista de 11 años, padece de esclerosis tuberosa–un trastorno genético poco común en su caso causa el crecimiento de tumores no malignos en su cerebro. Es por culpa de estos tumores que Alex es autista, tiene convulsiones debilitantes y terribles rabietas en las que se hace daño a sí mismo. De hecho, ver el vídeo que le han tomado sus padres durante esas rabietas es desgarrador ya que el niño se golpea tan duro a sí mismo que se saca sangre y se deja la cara llena de moretones.
Cansados de intentar todo tipo de tratamientos y desesperados por ayudar a su hijo, los papás de Alex, Jeremy y Karen Echols, decidieron darle marihuana médica para calmarlo.
Los Echols han sido muy claros al explicar que la marihuana médica NO es una varita mágica que ha curado a su hijo. De hecho, los padres dicen que cuando lo ayuda a relajarse es excelente, pero que muchas veces ni la marihuana médica ni nada en este mundo logra calmarlo. Lo que sí admiten es que el controvertido tratamiento es el único que ha funcionado con Alex.
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Pero los expertos dicen que la marihuana es tóxica para los cerebros aún en desarrollo de los niños y que no se sabe cuáles son los efectos de su uso a largo plazo. Aun así, Jeremy Alex dicen que cualquier cosa es mejor que los efectos a largo plazo causados por las sangrientas palizas que su hijo se da a sí mismo.
No conozco a ningún padre que en su sano juicio se le ocurriría darle drogas a sus hijos, pero hay que estar en los zapatos de los Echols para entender qué los llevó a tomar una decisión tan difícil y por la cual han sido fuertemente criticados. Tal vez el vídeo que puedes ver aquí te dará una idea.
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