Hace unos días llevé a mi hijo a ver a su especialista en asma y alergias después de un par de días de verlo sufrir con una tos de perro que no dejaba dormir a nadie. Después de recetarme unos esteroides para la inflamación que tenía en las vías respiratorias, aproveché para preguntarle cómo era posible que estuviese muriendo tanta gente por culpa de la influenza. Y me explicó que por lo general se trata de personas que ya tienen otros problemas médicos o personas que acuden al hospital cuando ya es demasiado tarde.
Así que mi siguiente pregunta fue obvia: ¿cómo sé cuando debo llevar a mi hijo al hospital si tiene influenza?
Y me contestó que según el Centro para la Prevención y el Control de las Enfermedades las siguientes razones ameritan que lleves a tu hijo a la sala de emergencias:
- Está respirando demasiado rápido o le cuesta trabajo respirar
- No está tomando suficientes líquidos
- Su piel se vuelve color azul
- Tiene fiebre con sarpullido
- Está tan irritable que no se deja ni tocar
- Si es un bebé y está llorando sin lágrimas o moja muy pocos pañales. (Esto podría indicar deshidratación lo cual puede matarlo rápidamente).
- No se está despertando o interactuando
- Los síntomas de la influenza mejoran, pero regresan con fiebre y peor tos. (Esto podría indicar una infección secundaria).
Por último, yo te aconsejaría que no ignores tu instinto maternal. Si tu hijo no presenta ninguno de los síntomas en la lista, pero estás preocupada y sientes que algo anda verdaderamente mal, llévalo a la sala de emergencias. Después de todo, es mucho mejor prevenir que lamentar.
Imagen vía World Bank Photo Collection/flickr
