No sé si al igual que yo estás casi de pésame por las bajas temperaturas. Como crecí frente a la playa, la verdad es que tolerar el invierno todavía se me hace difícil. Soy caribeña, desde la ventana de mi cuarto se veía el mar y crecí con la brisa marina chocando contra mi rostro, así que no hay que ser un adivino para saber que ¡amo el verano! Sus días soleados para mí son como una inyección de energía, al punto que he decido traer un poco de su calorcito a estos gélidos días con esta delciosa sangría. Se trata de una receta familiar que solían preparar en mi casa los domingos, cuando nuestro hogar se llenaba de tíos, primos, amigos y conocidos.
Así que apunta bien los ingredientes y ¡disfrútala!
1 manzana roja
1 manzana verde
2 naranjas
Uvas verdes y rojas cortadas a la mitad
Frutas tropicales a tu gusto. A mí me encanta la patilla (también conocida como sandia). También podrías añadir fresas si te gustan.
1 botella de vino blanco o de vino rojo. Todo depende de si te gusta más la sangría de vino blanco o rojo. Eso sí, si decides hacerla con vino blanco opta por ejemplo por un Pinot Grigio o por un Reisling. Si vas a a hacerla con vino rojo, utiliza un Pinot Noir, Shiraz o Malbec. (Al menos esos son mis favoritos)
1 vaso de jugo de naranja o de piña
½ vaso de soda (seltzer water)
Preparación:
En una jarra de cuello ancho mezcla todos los ingredientes. Agregále un poco de hielo y sirve con una hojita de menta. ¡Más fácil imposible! Así que ahora dedícate a disfrutar de estas horitas de calor veraniego que acabas de inventar en pleno invierno. ¡A tu salud!
Imagen vía Flicker/Adactio
