
Justo antes de las vacaciones de Navidad, me comencé a enfermar. ¡Qué mala suerte la mía! Siempre que me quiere dar un catarro, me comienza con un fuerte dolor de garganta y no hay nada más molestoso ya que a veces el dolor es tan fuerte que no puedes ni tragar tu propia saliva. Lo malo es que yo detesto tomar medicamentos al menos que sea completamente inevitable. Es decir, si voy a doctor y me dice que tengo una infección, pues obvio que me voy a tomar los antibióticos que me receta. Pero si no se trata de algo así, entonces prefiero los remedios caseros.
A continuación te comparto algunos que a mi me han servido de maravilla para aliviar el dolor de garganta.
- Haz gárgaras con un poco de agua tibia con sal. Lo ideal es hacerlas cada hora para reducir la inflamación y aliviar el malestar causado por el dolor de garganta. También puedes hacer gárgaras con enjuague bucal.
- Usa un humidificador. Esto es particularmente importante en mi casa, ya que vivo en Colorado, uno de los estados más secos del país. Un humidificador puede ayudar a calmar las vías respiratorias inflamadas. Si no tienes un humidificador, puedes poner un recipiente con agua en tu habitación para que se humedezca a través del proceso de evaporación.
- Mantente hidratada. Los líquidos calientes son buenos para esto. A mi encanta tomar té con miel de abejas y limón. Pero también puedes tomarte una rica sopa de pollo, por ejemplo.
Imagen vía sea turtle/flickr