Me apena decirlo, pero no me sorprendieron para nada los resultados de un reciente estudio británico que encontró que entre las generaciones más jóvenes no existe la cortesía y que poco a poco nuestra sociedad se está volviendo más y más egoísta. Y es que conozco demasiados adolescentes que juran que son la última Coca-Cola del desierto y que el mundo gira alrededor de ellos. Pareciera que el lema de estos jóvenes es: primero yo, segundo yo y tercero yo. ¿Conoces a muchachos así?
Estoy segura que sí porque abundan.
Según la encuesta, los jóvenes entre 18 y 34 años son menos propensos a saludar a sus vecinos o darle una propina por Navidad al cartero, que aquellos mayores de 55 años. Lo del cartero no me sorprende porque conozco muy poca gente que lo hace sin importar su edad. Pero lo de no visitar a los vecinos me parece abominable. ¿Qué cuesta decir hola?
Lo más triste del caso es que los padres tenemos la culpa porque somos el más grande ejemplo para nuestros hijos. Así que si nosotros mismos no tenemos modales y no tratamos a la gente con cortesía, ellos copiarán nuestro comportamiento. De nada servirá que le trates de enseñar a comportarse delante de otros si tú misma no tratas a la gente con respeto.
Además, recuerda que si tratamos a nuestros hijos como si el mundo girase a su alrededor, van a crecer pensando que son las personas más importantes del mundo y que los demás no valen nada. Tal vez te hace sentirte bien darle toda la atención del mundo a tus hijos y obsequiarles todo lo que te pidan, pero no te engañes, a la larga, son ellos los que saldrán perjudicados.
Imagen vía Thinkstock
