Todas sabemos lo que pasa cuando transpiramos. El sudor acaba con cualquier aroma agradable que nos hayamos puesto, ya sea una leve colonia o un perfume, incluso a veces con el del desodorante. ¿Pero qué tal si nuestro sudor oliera delicioso? Ahh, ahí la cosa cambiaría, se acabarían las preocupaciones por un posible mal olor. Pues a eso está apostando una empresa australiana que está por lanzar al mercado el primer perfume comestible.
Así como te lo estoy diciendo, la artista australiana Lucy McRae y el biólogo Sheref Mansy han inventado el Swallowable Parfum, que se traduce literalmente como Perfume tragable.
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La fragancia viene dentro de una cápsula, como las de las medicinas, y supuestamente cuando el cuerpo la procesa comenzamos a expulsar el olor a través de la piel. Interesante ¿verdad?
Yo me imagino que funciona como cuando la gente toma mucho, sobretodo licores fuertes como la ginebra, o come mucho ajo o mucho curry, que el olor del sudor cambia. En esos casos, para peor, pero si no es dañino para la salud, a mí me parece súper divertida la idea.
Según los inventores, lo mejor de todo esto es que cada persona tendría un aroma único, pues los ingredientes químicos que vienen en la píldora van a interactuar con el olor personal de cada mujer y la fragancia se va a hacer más fuerte mientras más se activen los procesos secretores del cuerpo, es decir cuando sudamos o cuando nos excitamos sexualmente.
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La empresa asegura que busca "retar la manera en que usaremos el perfume en el futuro" y "redefinir el rol de la piel". Todo suena muy bien, ahora falta ver si la pildorita pasa la prueba de las direcciones del gobierno que la podrían declarar inofensiva para la salud y obviamente ver cuánto cuesta, pues semejante avance de la ciencia no va a salir barato.
Imagen vía Jenn Durfey/flickr
