Debo confesar que soy amante de los perros, así que cada historia, que leo, en la que estos nobles animales son retratados como héroes, no puedo ocultar mi emoción. Y en esta ocasión, me dio mucho gusto, enterarme de la historia de un pequeñito, de dos años, llamado, Dante Berry, que se salió de su casa y se perdió en el bosque, pero nunca estuvo solo, ya que su fiel perro, Dasher, permaneció a su lado, protegiéndolo del frio y la lluvia, como señala un informe del Huffington Post.
Aparentemente, el pequeño se salió del patio de su casa, en Mildura, Australia, el pasado martes, cerca de las 8:30 pm., junto a su perro pastor alemán. Por lo que, cuando sus papás no pudieron encontrarlo, llamaron a la policía y más de 100 personas se unieron a la búsqueda, pero nadie hallaba alguna pista de su paradero. Fue hasta la mañana siguiente, alrededor de las 08:30 am, cuando un pañal del bebé fue encontrado, a una milla y media de su casa. "Teníamos la información de que él era famoso por quitarse sus pañales", como dijo el sargento Stephen Phelan, al periódico The Herald Sun.
Por lo que, una vez que encontraron el pañal, las autoridades pudieron seguir las huellas que el bebito había dejado en el bosque y de repente vieron al perro corriendo hacia ellos y ladrando. Después, éste los llevó hasta donde estaba el pequeño, quien se encontraba llorando, pues había recorrido más de dos millas lejos de su casa y había sobrevivido a una fuerte tormenta la noche anterior. "Puedes imaginarte qué es lo que estaba pasando por su pequeña mente, estando perdido y oscuro. Afortunadamente, él tenía a su perro para mantenerlo caliente en la noche", como dijo Will Hannah, un representante del Departamento de Sustentabilidad y Medio Ambiente.
Y es que, las investigaciones de las huellas, indicaron que su fiel mascota, se había quedado con el pequeño toda la noche, caminando en círculos, durante 14 horas, que fue el tiempo que permanecieron perdidos. Y la verdad es que la historia no me extraña, pues no es la primera vez, que la mascota de la familia, resulta ser la protagonista, gracias a su instinto protector y a su gran lealtad. No cabe duda, que esta pareja, es sumamente afortunada, no sólo por haber encontrado sano y salvo a su hijo, sino también, por contar con un perrito que realmente está ahí para protegerlos.
Ojalá que la próxima vez, estos padres estén más al pendientes de su niño, pues si hay algo que no me cuadra de esta historia es ¿qué hacía un bebé de dos años, en el patio de su casa, sin ningún adulto supervisándolo? En fin, seguro que nunca más les sucederá algo como esto, pues el susto les habrá servido, para nunca más dejarlo solito.
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